El equipo de exploración E/V Nautilus realizó una expedición en aguas profundas para observar estructuras submarinas conocidas como montes submarinos, montañas formadas por la actividad volcánica, justo al norte de las islas hawaianas.
Durante su misión, llamada Luʻuaeaahikiikekumu, inspeccionaron la cordillera Liliʻuokalani Ridge en Hawái en la región del Pacífico central, considerado Monumento Nacional Marítimo Papahānaumokuākea (PMNM) y una de las áreas marinas protegidas más grandes del mundo.
Los investigadores descubrieron una estructura volcánica natural en las profundidades del agua que tiene la apariencia de un camino mítico hecho por el hombre. Gracias al uso de un vehículo operado de forma remota se pudo revelar un antiguo lecho de un lago seco pavimentado con lo que parece un camino de ladrillos amarillos.
Como los científicos documentaron su investigación en vivo a través de videos publicados en la plataforma YouTube, es posible ver con claridad formaciones geológicas y como un brazo robótico recoge rocas del fondo del mar.
La misión tropezó con un patrón de grietas en el lecho marino que se parece mucho a un camino de ladrillos hecho por el hombre con distintos bloques rectangulares separados entre sí mediante líneas rectas y ángulos rectos. La formación se destaca claramente del lecho marino que la rodea y uno de los científicos se apresuró en afirmar: «¡Es el camino a la Atlántida!», mientras que otro lo llamó «el camino de ladrillos amarillos» de la novela infantil El maravilloso mago de Oz.
La respuesta más probable es que la formación rocosa es en realidad «un ejemplo de geología volcánica activa antigua», según la descripción del video publicado por el canal de YouTube de E/V Nautilus.
«En la cima del monte submarino Nutka, el equipo detectó una formación de ‘lecho de lago seco’, ahora identificado como un flujo fracturado de roca de hialoclastita, una roca volcánica formada en erupciones de alta energía donde muchos fragmentos de roca se asientan en el lecho marino».
La descripción agrega que el patrón «único» de fracturas en la roca que le da su formación de cantos rodados es probablemente el resultado del repetido proceso de calentamiento y enfriamiento a lo largo del tiempo debido a múltiples erupciones volcánicas.
Publicado en cooperación con Newsweek