La embajada de Estados Unidos en Trinidad y Tobago ha instado a «acciones inmediatas» para prevenir un derrame de petróleo potencialmente catastrófico en el Golfo de Paria, frente a la costa de Venezuela, donde se informa que se están reparando una instalación flotante de almacenamiento y descarga.
El barco Nabarima con bandera venezolana ha estado inactivo frente a la costa venezolana desde enero de 2019. Recientemente aparecieron imágenes que muestran al barco FSO flotando en una pendiente, lo que genera temores de que pueda derramar su carga en el golfo devastando la industria pesquera regional y los delicados ecosistemas.
El Nabarima es operado por la empresa Petrosucre, una empresa conjunta entre la petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) y el gigante petrolero italiano Eni. Petrosucre congeló la extracción de petróleo en enero de 2019 después de ser sancionado por la administración del presidente Donald Trump, dejando 1,3 millones de barriles de crudo, unos 300 millones de litros, a bordo del Nabarima.
El infame derrame de petróleo del Exxon Valdez, considerado el peor de la historia por la cantidad de daño ambiental causado, involucró alrededor de 40 millones de litros de crudo.
«Estados Unidos sigue preocupado por el riesgo potencial para la seguridad y el medio ambiente que representa el barco de bandera venezolana, Nabarima, en el Golfo de Paria», dijo el comunicado de la embajada de Estados Unidos en Trinidad y Tobago. «Apoyamos firmemente las acciones inmediatas para que el Nabarima cumpla con los estándares internacionales de seguridad y evitar posibles daños ambientales, que podrían afectar negativamente no solo al pueblo venezolano sino también al de los países vecinos. PDVSA tiene la responsabilidad de tomar medidas para evitar un desastre ambiental en aguas venezolanas».
Fotos recientes del Nabarima lo muestran inclinado a un lado en el agua. Una fuente anónima «familiarizada con el asunto» dijo a Reuters que el barco se inclinaba para permitir que la tripulación reemplazara sus válvulas.
Eni dijo el viernes que la compañía ahora estaba tratando de descargar el crudo a bordo y había pedido a Estados Unidos una «luz verde» para hacerlo «a fin de evitar cualquier riesgo de sanciones».
Gary Aboud, secretario corporativo del grupo ambientalista de Trinidad y Tobago Fishermen and Friends of the Sea, dijo a Reuters: «Si esto cambia, todos pagaremos las consecuencias en las próximas décadas. Esto debería ser una alerta roja».
La embajada de Estados Unidos en Trinidad y Tobago dijo el viernes que su llamado a la acción con respecto a Nabarima está en consonancia con su presión sobre el gobierno de Maduro.
Estados Unidos ha impuesto sanciones al gobierno venezolano, al presidente izquierdista Nicolás Maduro y a PDVSA, calificándolos de ilegítimos y exigiendo que el gobierno libere a los presos políticos y permita elecciones libres y justas. La administración Trump también ha reconocido al exlíder de la mayoría de la Asamblea Nacional y al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó como el líder legítimo del país, pero no ha logrado destituir a Maduro y llevar a Guaidó al poder.
La embajada de Estados Unidos en Trinidad y Tobago dijo el viernes que su llamado a la acción con respecto a Nabarima está en consonancia con su presión sobre el gobierno de Maduro. «Como cuestión general, el programa de sanciones a Venezuela de Estados Unidos no está diseñado para enfocarse en actividades que aborden preocupaciones de seguridad, ambientales o humanitarias», dijo la embajada.
«Estas actividades para evitar un desastre ecológico son consistentes con la política de Estados Unidos de apoyar al pueblo venezolano y evitar mayores daños al medio ambiente».
Publicado en colaboración con Newsweek. / Published in collaboration with Newsweek.
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