No es cierto que las crisis y las dificultades siempre favorezcan en la Argentina la búsqueda de caminos informales (o, a veces, ilegales); cuando hay creatividad, ingenio, conocimiento, inversión y, sobre todo, con confianza en el mercado al largo plazo, ese contexto adverso puede transformarse en una oportunidad. Y ese es el caso de REMAN, el servicio de posventa desarrollado por Mercedes-Benz Camiones y Buses.
Con un sistema de transporte en crisis, con dificultades para acceder a dólares para importar insumos y en muchos casos con una cultura de la informalidad, se les ocurrió traer el país un proyecto que nació hace algunos años en Alemania y que tiene triple impacto: remanufacturar las piezas dañadas, ya sea por rotura o desgaste, reduciendo significativamente los desechos, los tiempos y, sobre todo, los costos. Y ya lograron remanufacturar más de 3.000 piezas en su planta de Virrey Del Pino.
Fernando Rivero, director de Desarrollo de Red Comercial de Venta y Posventa de REMAN, dialogó con Newsweek Argentina para explicar en qué consiste el servicio y cómo está impactando positivamente en el ambiente, la sociedad y la economía. Y, además, adelantó que se están estudiando mecanismos para exportarlo a la región.
¿En qué consiste el servicio de REMAN?
– Es un proyecto que nació en Alemania y luego se extendió a otros países, como EEUU, México, Brasil y Argentina. El concepto de remanufactura es muy importante, porque lo que busca es reducir el consumo de materias primas, de energía y también los desechos. Tener la chance de remanufacturar este tipo de conjuntos, como los motores o cajas de velocidades, es un gran beneficio para nuestros clientes. Una remanufactura es diferente a una reparación. Una reparación es el arreglo de un componente; nosotros hacemos un análisis del 100% de la pieza: se vuelve al estado original, con la calidad que brinda la fábrica. Y con la respectiva garantía, por supuesto.
¿Cómo es el proceso? ¿El motor o la pieza que sea de desarman completamente y se rearman de nuevo?
– Claro. Cuando el motor o la caja tienen un desgaste o un problema, el cliente va al concesionario. Los técnicos, en apenas unos minutos, hacen un diagnóstico y, junto al cliente, evalúan el tipo de solución que requiere. Se definen tiempos y costos. Según el grado de daño o desgaste se va a poder remanufacturar un 55% de las piezas, en el caso de un motor, y un 65% en las cajas. El cliente acepta en ese mismo momento y se hace el reemplazo del conjunto completo, porque las piezas remanufacturadas ya están en el concesionario, listas para ser montadas en las unidades, sean buses o camiones. Esto se traduce en una reducción de tiempos porque, cuando uno tiene un problema, tiene la unidad inmovilizada y no puede facturar. Lo que buscamos es resolverlo rápido para que vuelva a funcionar y un beneficio real para el cliente: en términos económicos puede significar hasta un 50% en comparación con piezas nuevas.
El cliente se va con una pieza remanufacturada, y la que está dañada es enviada a nuestra planta de Virrey del Pino, donde desarmamos todo el motor y se verifica pieza por pieza. Los que están dañados se desechan y se reemplazan por nuevos. El resto, se reprocesa para la remanufacturación. Esto lleva unos tres o cuatro días. Una vez completo esto, el motor o la caja remanufacturados son enviados otra vez a la concesionaria para esperar a un nuevo cliente. Es un ciclo constante. La cantidad de desechos es mucho menor y el ahorro de energía es muy interesante.
¿Qué pasa con ese resto que se desecha? ¿Cómo se maneja?
– Todos los productos que utilizamos en la planta tienen un proceso de tratamiento, así como los desechos. De este modo, sacamos también las piezas dañadas de circulación en el mercado y de la red de concesionarios. Lo tratamos como un residuo especial.
¿Es muy informal todavía en Argentina el mercado de los vehículos comerciales en la gestión de sus unidades y sus autopartes?
– Nosotros arrancamos con el proyecto en 2017; somos la primera planta en Argentina en hacer remanufacturados completos. Inicialmente arrancamos con cajas de velocidades; después lo extendimos a motores Euro 3; y ahora ampliamos el portfolio a las versiones Euro 5. Por lo tanto, el 85% del los buses y camiones de Mercedes-Benz en el país tienen la chance de usar los productos REMAN. ¿Qué quiero decir con esto? Que lo que buscamos es un cambio de paradigma en la posventa, porque la posventa en general actúa cuando hay un daño o una avería, pero como aquí hablamos de remanufacturar piezas; cuanto antes nos podamos anticipar, mejor. Si la pieza se rompió, es inutilizable; pero, si se gastó, la podemos remanufacturar. Hay que anticiparse a la rotura. Si vos sabés que tu motor, por tu forma de uso, tiene una durabilidad de 1,5 millones de kilómetros, lo que recomendamos (después de una revisión conjunta) es sacarlo a los 1,4 millones. Así se pueden detectar inconvenientes no previstos y hacer que la unidad retorne a la operación mucho más rápido.
¿La idea sería establecer calendarios de renovación?
– Sí. Hay empresas que tienen planes de renovación cada cuatro años, otros cada ocho, y otros cada cuando pueden. Pero todos deben plantearse esto como un tema central para la funcionalidad del vehículo. Cuanto más remanufacturemos, más económico les va a resultar.
¿Tienen estimado cuántos motores o cajas Mercedes-Benz hay dando vueltas en el mercado argentino?
– Es difícil. Nosotros tenemos una penetración del mercado del 32%, y eso uno podría proyectarlo a los últimos cinco años. Pero lo que ocurre es que también hay tasas de oportunidad, porque hay clientes que se atienden en sus talleres o a través de otros canales. La potencialidad que tenemos es realmente muy grande. Cuando arrancamos, pensábamos que era muy desafiante lo que estábamos planteando, pero hoy el cliente nos está validando el modelo. ¿Por qué? Porque con el producto remanufacturado tiene la misma durabilidad que cuando el vehículo nació en la planta, porque garantizamos las mismas condiciones de la pieza original.
¿Podría detallar un poco más cómo funciona el beneficio económico?
– El ahorro respecto a una pieza nueva es de casi un 50%. Pero tenemos que hacer una clasificación al momento del diagnóstico, en tres niveles. El 1 sería “sano, pero gastado”; el 2, “con alguna avería”; y el 3, “roto”. Si está roto, no hay un gran ahorro, porque cuando uno remanufactura, tiene que agregar algunas piezas nuevas.
En el actual contexto, no debe ser nada conveniente tener que reponer piezas o componentes en dólares…
– Tal cual. Muchas de las piezas son importadas, procedentes de Brasil. Por eso, otro de nuestros objetivos es reducir la importación de piezas para trabajar localmente todo el proceso. Hay piezas que llevan mucha materia prima, y los reutilizamos. Además de cajas de velocidades y motores, extendimos el portfolio a culatas (tapas de cilindro), bombas de agua, bombas de aceite. Y es posible porque los clientes ven la oportunidad que significa, y por nuestro personal experimentado. En definitiva, un remanufacturado es un proceso casi artesanal. Y también el equipamiento: hemos invertido para estar al mismo nivel de productividad de una pieza cero kilómetro.
¿Cuán ventajoso es contar con la línea de producción de Mercedes-Benz?
– Muchísimo. Tenemos nuestra planta en Virrey del Pino, en La Matanza, donde producimos los buses y camiones, con toda su experiencia y conocimiento; y, a la par, nuestra propia linea de REMAN. Según las necesidades, nuestro personal puede rotar en distintas funciones, lo cual nos enriquece y garantiza el cumplimiento de los estándares de Mercedes-Benz.
Alcanzaron el hito de las 3.000 piezas remanufacturadas en Argentina. ¿Qué posibilidades hay de exportar este servicio?
– Lo estamos analizando. Sería una gran oportunidad hacerlo tanto a Chile como a Paraguay, Bolivia e incluso a Brasil, pese a que ya tiene este tipo de servicio. Hay que trabajar, y lo estamos haciendo, pensando en un modelo de importación temporaria, porque hoy no está permitido el ingreso de repuestos usados. Por lo tanto, tendríamos que trabajar con nuestra cámara, Adefa, para que los motores ingresen como una importación temporaria para exclusivo proceso de remanufactura y luego devolverlo. Hay una demanda y una oportunidad muy grande.