En el 2022 hubo el doble de incendios forestales que en 2021. A eso hay que sumarle, la sequía y las gravísimas consecuencias que generó para el campo. En ese marco, Sergio Federovisky, viceministro de Ambiente de la Nación, dialogó esta mañana con Antonio Fernández Llorente en La 990 sobre las causas y consecuencias del fuego y también de la falta de lluvia.
INCENDIOS FORESTALES: ¿QUÉ MOTIVOS HAY DETRÁS DELFUEGO?
Respecto a los incendios forestales indicó que «tienen dos caras» y detalló: «Una, la más estructural, que es este escenario que plantea el cambio climático con sequías muy prolongadas, con acumulación de materia orgánica en el suelo, con olas de calor muy agudas» y si bien, sostuvo que «todo eso favorece la preparación del fuego» puso el foco en que «el fuego no se inicia por casualidad: prácticamente nueve de cada diez incendios forestales se inician a partir de una acción humana«.
«En algunos casos es por negligencia o si se quiere directamente por imbecilidad y en muchos otros, por la búsqueda de un beneficio particular a satisfacer: desde el avance de la frontera agropecuaria en el Delta quemando zonas que normalmente son del humedal, pero que hoy afloran como resultado de la sequía y de la bajante del Paraná hasta, lo sabemos bien, obtención de tierras a bajo costo a través del fuego con el fin de algún emprendimiento inmobiliario«.
«TENEMOS UN CUARTO AÑO CONSECUTIVO DE SEQUÍA»
Sobre el hecho de que no llueva, lo primero que el funcionario remarcó fue que «tenemos un cuarto año consecutivo de sequía» por lo que explicó que «ya no es simplemente el dato de la falta de lluvia si no una acentuación de un fenómeno que se ha prolongado en el tiempo mucho más que los registros históricos«.
En ese sentido, precisó que «la afectación que eso provoca va desde el lógico impacto que tiene sobre las actividades agropecuarias, lo cual es indiscutible e indudable, hasta fenómenos que están muy fuertemente asociados desde lo meteorológico con la sequía como son los incendios forestales«.
Ante ese panorama, hizo hincapié en que «lo que hay que entender es que esta sequía no es un evento aislado, casual, si no que es uno de los fenómenos que los físicos vienen advirtiendo como consecuencia del cambio climático, en lo que han dado a llamar ‘la agudización de los extremos‘» y detalló que se trata de «fenómenos que siempre han existido, pero que el cambio climático provoca que se produzcan de manera más violenta y más recurrente«.
En esa línea advirtió que «muy probablemente cuando pase este fenómeno, esta sequía, tengamos un coletazo hacia el otro lado«, lo cual «también es manifestación de esta ‘agudización de los extremos’ por lo que es muy probable que tengamos un período muy húmedo con inundaciones«. Sin dejar lugar a dudas, aseguró que «todo eso, es la demostración de que el cambio climático está operando ya entre nosotros«.
EL VICEMINISTRO APUNTÓ CONTRA LAS GRANDES POTENCIAS Y CONTRA JAVIER MILEI
Al ser consultado acerca de que potencias como China o en su momento Estados Unidos con (Donald) Trump niegan el cambio climático, el entrevistado fue contudente y aseveró: «Lo de Trump creo que fue una excentricidad al borde de lo ridículo con todo respeto«.
En ese punto, sin nombrarlo directamente, apuntó contra Javier Milei al marcar que en Argentina esa actitud «la reproduce un personaje bastante complejo que quiere ser candidato a presidente y que atribuye poco menos que al comunismo internacional, la definición de cambio climático«.
Centrándose nuevamente en las grandes potencias, afirmó que «el gran problema que tienen hoy, más que la cuestión vinculada con el negacionismo o no, tiene que ver con el hecho cierto de que no se están haciendo los esfuerzos por parte de quienes tienen que hacerlo» y sin dudar, manifestó que «quienes tienen que hacerlo son claramente aquellos concentran hoy el 50%, 60%, 70% de gas invernadero que es lo que provoca el cambio climático«.
- Leer también: Sequía: Achetoni destacó las medidas para el campo, pero espera que el Gobierno las cumpla
En ese punto, cuestionó que «participan de tertulias internacionales como el Acuerdo de París, y hay todo un minué de discusiones internacionales que no tienen resultado concreto» y a modo de ejemplo, recalcó que «desde la diplomacia internacional, desde los Estados, comenzaron a ocuparse de las cuestiones del cambio climático en 1992: 30 años pasaron de la firma de la Convención contra el Calentamiento Global y las emisiones de gas invernadero han crecido más que nunca«.
«Lo cual demuestra el fracaso institucional a escala global de esas negociaciones, pero también la falta de compromiso de quienes son los verdaderos responsables de este dilema«, sentenció.