Llegaron a 15 las ballenas que aparecieron muertas en la Península Valdés, provincia de Chubut, y la gestión local oficializó su intervención en la investigación a fin de analizar las razones de este hecho que preocupa a quienes viven en el territorio patagónico.
El propósito es evaluar si las costas tienen que ver con los fallecimientos y a la vez, estudiar el motivo por el que los cuerpos de estos animales no presentan signos de putrefacción ni de debilidad sino todo lo contrario.
En diálogo con Radio 3, el director de fauna de Chubut, Fernando Bersano, precisó que «es un evento atípico, es un fenómeno natural de las aguas del Golfo y por eso no se puede determinar el tiempo de duración ni tampoco prevenir» al tiempo que destacó que «una buena noticia es que la planta de ósmosis inversa y desalinizadora de Puerto Pirámides funciona bien, no se detectaron niveles de toxinas para el agua potable».
Para llevar a cabo las investigaciones trabajan de manera conjunta distintas instituciones, como por ejemplo, los Expertos del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral que se encargan de tomar las muestras de los cuerpos y hacer las necropsias, mientras que el Instituto Nacional de Investigaciones y Desarrollo Pesquero trabaja con el CENPAT en el acondicionamiento de muestras de toxinas que luego se mandarán a Mar del Plata.
Hasta ahora, no se conoce la razón exacta de los decesos, pero el director de fauna indicó que existe la posibilidad de que hayan ocurrido a raíz de la «intoxicación por biotoxinas, esto es, microorganismos productores de toxinas en el mar que, junto con determinados factores del medioambiente encuentran favorable su multiplicación».
En esa línea aclaró que hasta la fecha, no se hallaron otros animales hayan tenido alguna intoxicación por el mismo motivo. Si bien en el 2021 se registraron 45 ballenas francas sin vida en la Península Valdés, en este caso los expertos están preocupados porque «los decesos se registraron en un período de tiempo muy corto».
En ese sentido, Bersano explicó que «en 2021, de las 45 ballenas francas muertas en las costas de Península Valdés se registraron siete juveniles y 13 adultos» por lo que hizo hincapié en que «si bien el número de ballenas adultas muertas de esta temporada aún es menor al de la temporada pasada, la noticia preocupa».
EL TRASLADO DE LOS CADÁVERES
El guardacostas chubutense Martín García perteneciente a Prefectura Naval Argentina (PNA) contó que empezó la labor de remoción y traslado de los cuerpos de las ballenas que fueron encontradas muertas en las costas del Golfo Nuevo a otras playas más remotas.
El jefe de la prefectura local, Ernesto Finelli, conversó con la agencia Télam e indicó que «a pedido de las autoridades locales comenzó el traslado de los cuerpos que permanecían en la zona próxima a la población, para evitar que la gente y los turistas se aproximen«.
El operativo consiste en atar un cabo a la cola de la ballena fallecida, que pesa por arriba de los 20.000 kilos y moverla hacia adentro del golfo para después remolcarla hasta una playa situada en un lugar alejado.
En ese contexto, Finelli remarcó que «este no es el primer año que se realiza esta actividad que ya se había sucedido en temporadas anteriores» en la zona llamada El Doradillo, próxima a Puerto Madryn.
Sobre el traslado explicó que «la distancia depende de la circunstancias, pueden ser entre 4 o 10 kilómetros según el caso». Para realizar esta tarea, la PNA usa un guardacostas mediano porque uno de un porte mayor implica más calado y además, los expertos tienen que trabajar lejos de la línea de marea para no encallar y tampoco sirve uno más chico, debido a que, no tiene la potencia de arrastre necesaria para mover un animal de ese peso.
El intendente de Puerto Pirámides, Fabián Gandón, había solicitado que los cuerpos sean llevados a «playa Colombo» que se encuentra lejos de esa localidad costera que es donde se realiza el avistamiento de ballenas. El dirigente explicó que pidió el traslado porque «existe un peligro sanitario ante la presencia de cuerpos en descomposición sobre la playas» y en simultáneo hizo un llamado para que quienes trabajan sobre la obtención de muestras, que «lo hagan en otro lugar».
