Este miércoles se llevó a cabo en Neuquén el foro “Experiencia IDEA – Transición Energética», organizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que aglutina a los principales empresarios y CEO del país.
El encuentro se desarrolló en un contexto complejo en materia energética para la Argentina. Por ejemplo, no está garantizado el suministro de gas para el invierno y en mayo se realizarán las audiencias públicas para los aumentos de tarifas de gas, electricidad y agua.
Por eso, tal vez la exposición más esperada era la del ministro de Economía, Martín Guzmán, bajo cuya cartera se encuentra la Secretaría de Energía, y de quién dependen numerosos aspectos que afectan al sector, empezando por los cambiarios y presupuestarios.
En su conocido tono sereno, brindó un discurso optimista. “En el sector energético se presenta una oportunidad histórica para acelerar el desarrollo y esto podría ser transformacional para la Argentina», afirmó, y apoyó sus buenas perspectivas en el ordenamiento de la macro al que apunta su plan económico.
“Vemos desde el Gobierno Nacional que hay condiciones que estamos construyendo para poder experimentar bien rápido un escalamiento significativo de la inversión. El primer bloque tiene que ver con la estabilidad macroeconómica y financiera”, aseguró.
Y como la prueba “más visible”, destacó el inicio de la construcción de gasoducto Néstro Kirchner, lanzado la semana pasada. “Conectará el sur con el norte del país. Nos va a permitir que el gas sea un bien transable dentro de la Argentina y escalar la producción en Vaca Muerta«.
DESAFÍOS
Por otra parte, Guzmán enumeró algunos de los retos que debe enfrentar para permitir que ese escenario que les estaba prometiendo a los empresarios se plasmara.
«Vemos una necesidad de poder adaptar el esquema de regulaciones de capital, específicamente para el sector energético. Es necesario facilitar los flujos de inversión externa directa al sector en la Argentina», aseveró.
Asimismo, consideró importante articular acuerdos internacionales para que el gas natural licuado (GNL) que se produzca se pueda exportar. “Trabajamos muy activamente en los últimos días con otros países en la posibilidad de establecer un proyecto para que la Argentina produzca y exporte GNL, lo que implicaría transformar recursos en divisas para nuestro país”.
Y, finalmente, se refirió a un tema imprescindible en la agenda con el empresariado y que resulta muy difícil de cumplir para los distintos gobiernos argentinos: reglas de juego claras que permitan generar confianza a los inversores. “Debemos trabajar entre el Gobierno y el sector privado en articular reglas de juego que conduzcan a que este proyecto se haga realidad. Queremos que este sea un proyecto de la Argentina, no solamente de un Gobierno”, concluyó.
