El presidente de la Cámara de Comercio, Mario Grinman, conversó esta mañana con Pablo Rossi en Radio Rivadavia y remarcó que «la situación es compleja en la Argentina desde hace muchísimas décadas, no es un problema de ahora» y sostuvo que «es un problema estructural que no lo pudo solucionar ningún gobierno, ningún partido político«.
Por lo tanto, afirmó que «ya casi pasa a ser un problema estructural de los argentinos» y dejó en claro que «tampoco se soluciona con los parches». En ese sentido se refirió a «Precios Justos» y aseguró que con este programa «no hay ninguna posibilidad de bajar la inflación porque así no funciona» e hizo hincapié en que «el acuerdo de precios tiene un plazo determinado y cuando eso termine los precios van a volver al lugar que tienen que estar, debido a que, así funciona la economía aquí, en el mundo y desde que se creó el mundo».
En esa línea recalcó que «los acuerdos de precios no funcionaron desde el emperador romano Dioclesiano» y aseveró que «el problema de la Argentina es otro: el gasto público sigue aumentando, el empleo público, a pesar de que el gobierno dijo que lo estaba congelando, sigue aumentando, el déficit fiscal sigue alto, se sigue emitiendo y los niveles de importación no aumentan como deberían aumentar«.
Además, subrayó que «no tenemos los recursos de dólares porque hacemos las cosas mal: un país que importa gas a precios siderales teniendo el segundo yacimiento de gas del mundo, es un país que está muy mal de la cabeza y otras cosas» y sin dudar, aseguró que «solo pasa en la Argentina que teniendo todo para ser un país rico, somos un país pobre«.
Frente a ese panorama sostuvo que «a los empresarios no nos gusta la inflación es tremendamente molesta» y recalcó que «cuando suben los precios, a los primeros que insultan son a los empresarios«. En ese punto, afirmó que «no somos formadores de precios, somos el eslabón final» y añadió que «cualquier empresario, cualquier comerciante, no importa el tamaño, lo que quiere es estabilidad en un país estable» por lo que insistió con que «no sirven estas cosas (Precios Justos)».
«Hay que entender que cada empresario, cada productor, atrás de él tiene una cadena de proveedores», remarcó y precisó que «la cadena de proveedores es infinita, no existe alguien que no tenga un proveedor atrás y ese proveedor a su vez, tiene otro proveedor atrás y el 85% depende de proveedores externos«. «Todo eso es muy difícil en un contexto internacional donde hay escacez de ciertos productos y tremendo encarecimiento de otros«, agregó.
Para concluir, destacó que «podemos salir adelante con decisión política, asumiendo los costos políticos que hay que pagar, pero el problema es que vivimos en tiempos electorales«, pero marcó que «ya en dos meses entramos en el 2023, un año electoral«.
