Apenas lanzada su candidatura a la presidencia de Brasil en 2022, Luiz Inácio Lula Da Silva comenzó a plantear la posibilidad de crear una moneda común sudamericana, que podría llamarse “Sur” y que serviría para que la región pueda desdolarizarse en un contexto de inestabilidad financiera global. Incluso el ministro de Economía de Bolsonaro, Paulo Guedes, suscribió la idea.
El Gobierno argentino, empezando por Alberto Fernández, fue el primero en sumarse a la propuesta, y el embajador en Brasilia, Daniel Scioli, llegó a afirmar que se estaba trabajando para eso. Tiene lógica: Argentina es el principal socio comercial para Brasil, y viceversa.
Sin embargo, el título de “moneda común” es ambiguo y eso generó algún tipo de resquemor en la opinión pública, que incluso fue aprovechado por algunos opositores para cargar contra ambos mandatarios, asegurando que una decisión de esa naturaleza podría significar una pérdida de soberanía, o bien pidiendo la dolarización directa.
En el marco de la primera visita oficial de Lula a la Argentina en su tercer mandato y en el contexto de la Cumbre de la Celac, se planificaron diversas reuniones bilaterales tendientes a avanzar en los temas centrales de la agenda común, y uno de ellos tiene que ver con el comercio y, desde luego, también esta propuesta monetaria.
Y es que Lula y Fernández dieron a conocer un documento en el que señalaban la necesidad de avanzar en una mayor integración, incluyendo el estudio de una moneda común. Lo hicieron a través de un artículo firmado por ambos en el diario Perfil, en el que afirmaban que avanzarían en las “discusiones sobre una moneda común sudamericana que pueda ser utilizada tanto para flujos financieros como comerciales».
El propio Sergio Massa, citado por el Financial Times, habría anticipado que en estos días se iniciaría el trabajo concreto para avanzar hacia esa moneda común, que no solo sería bilateral, sino que apuntaría a incluir al menos al Mercosur, y luego a otros países del subcontinente, con el Liderazgo de Lula
Pero, ¿de qué se trata entonces? El ministro de Economía de Brasil, Fernando Haddad, aclaró que de ninguna manera la propuesta implica extinguir las monedas nacionales (el peso y el real), sino que se trataría de una unidad monetaria desdolarizada exclusivamente para el comercio bilateral y las finanzas. En lugar de regir ese intercambio según el dólar, se realizará mediante esta unidad.
En efecto, Haddad ya había planteado esto el año pasado, cuando señaló que la eliminación de las barreras comerciales entre las dos mayores economías de Sudamérica podría implicar el uso de una moneda única para el comercio, dada la falta de dólares en Argentina, país del que Brasil necesita, ya que es un importante comprador para sus productos industriales.
Al arribar a Buenos Aires este domingo, Haddad afirmó: “El comercio está muy mal y el problema es precisamente la moneda extranjera, ¿no? Así que estamos tratando de encontrar una solución, algo en común que pueda hacer crecer el comercio«.
Allí los periodistas quisieron profundizar sobre esta iniciativa, pero el funcionario (uno de los principales “delfines” de Lula, al punto que fue su candidato a presidente en 2018 y podría volver a serlo en 2026) dijo que lo hará en los próximos días, especialmente para evitar la desinformación al respecto. “Hay quien dice que el real se va a acabar», ironizó.