A fines de 2023 abrirá sus puertas OH! Buenos Aires, el hermano del shopping OH! La Barra, de Punta del Este, que promete transformar el concepto de esparcimiento en la capital argentina y la fisonomía del barrio de la Recoleta.
En 2019 la Ciudad licitó el proyecto para recuperar y operar el enorme y evidente espacio vacío que dejó el ya extinto Buenos Aires Design, que fue un ícono del diseño durante los ‘90, pero poco a poco fue quedando viejo y abandonado. La empresa Hatzlaja se impuso al grupo IRSA con un ambicioso plan de reconversión que implicaba la demolición del predio. Pero la pandemia lo retrasó todo.
Pampita junto al responsable del proyecto de OH! Buenos Aires, Marcelo Porcel, y sus hijos
Ya en 2021, se puso en marcha la obra y se acordó con el Gobierno porteño una apertura en dos etapas: la primera, en el primer trimestre de 2023, que será la de las terrazas, que se conectan con el Centro Cultural Recoleta; la segunda, la del shopping completo, al que prefieren llamar “centro de entretenimiento, gastronomía y compras”.
Este martes fue presentado en Buenos Aires con un cóctel en La Mansión, el salón de eventos del Four Seasons, con la presencia de los socios de OH! Buenos Aires, de funcionarios de la Ciudad, empresarios y algunas personalidades de la farándula, como Pampita, que fue la conductora del encuentro, en su carácter de embajadora de OH! La Barra (“también me postulo para ser la de OH! Buenos Aires”, bromeó).
INVERSIÓN Y CONFIANZA
El nuevo OH! Buenos Aires, le cuenta a Newsweek Argentina Marcelo Porcel, máximo responsable y vocero del proyecto, tiene acordada una inversión de US$ 15 millones, y ya se realizó buena parte de ella. “Estamos a la mitad de la obra”, sostuvo, y se mostró entusiasmado con poder abrir al cierre de 2023, para estar listos para cuando la economía se reactive.
En efecto, se trata de una inversión importante en un mercado consumidor que hoy se encuentra afectado por la alta inflación y los desequilibrios de la macroeconomía. Pero Porcel asegura que la idea de la empresa es avanzar contra viento y marea, tal como lo hicieron durante la pandemia.
PH! Buenos Aires estará integrado y conectado al Centro Cultural Recoleta, en el predio del viejo Buenos Aires Design
“El proyecto arrancó en plena pandemia, cuando era todo virtual, y nos llevó más tiempo de lo previsto. Pero nosotros fuimos para adelante y lo tenemos que terminar. Tenemos una fecha comprometida, y la idea es dar todo de nuestra parte para llegar a esa fecha”, aseveró.
En ese mismo sentido, admitió que se trata de una muestra de confianza en el mercado argentino, pero también indicó que los propios inversores locales están apostando a este emprendimiento. “Nosotros siempre confiamos en la Argentina y creemos que este es el mejor momento para invertir. Hay que estar preparados, porque esto se recupera y nosotros queremos agarrar el viento de cola. Cuando las olas son perfectas, todos somos campeones de surf, lo difícil es aprender a surfearlas a todas, como vengan. En este momento ya tenemos un 40% de la superficie alquilada, pero estamos parando un poco porque queremos hacer una curaduría del proyecto y pensar bien quiénes pueden entrar. Tenemos muchas propuestas, pero no todas pueden formar parte. Queremos que esté lo mejor de lo mejor”, contó.
Marcelo Porcel: “Nosotros siempre confiamos en la Argentina y creemos que este es el mejor momento para invertir. Hay que estar preparados, porque esto se recupera y nosotros queremos agarrar el viento de cola»
De hecho, el proyecto está avanzando económicamente a ciegas, en el sentido de que resulta difícil prever qué pasará el año que viene. El canon inicial previsto era de algo más de $5 millones al año, pero esa cifra quedó completamente desactualizada. Por lo tanto, se acordó fijarlo a través de unidades indexadas. “Cuando se abra el shopping se comenzará a pagar. Recién entonces tendremos el valor exacto. Hoy, con estas condiciones a ciencia cierta cuánto vamos a terminar pagando”, aclaró.
“LA GENTE NO QUIERE MÁS ENCIERRO”
Para construir el nuevo complejo, hubo que demoler por completo el interior del viejo Buenos Aires Design. Según lo contaron sus desarrolladores durante el evento, esa fue la propuesta que le hicieron a los funcionarios de Horacio Rodríguez Larreta, los cuales en principio se negaron a realizar una obra de esa naturaleza, por los posibles daños al patrimonio histórico porteño, además de correr el riesgo de que quedara inconclusa. “Uno por uno los fuimos convenciendo”, relataron.
En efecto, la idea era crear un espacio abierto en un espacio cerrado, lo que implicaba un verdadero desafío. El predio del Design se encuentra en una barranca pronunciada, que conecta al Centro Cultural Recoleta, en la parte superior, con las calles Vicente López y Junín. Además, por ley no se puede modificar la fachada ni cambiar la fisonomía del edificio.
Un 70% del OH! Buenos Aires será dedicado al entretenimiento y la gastronomía; el resto, al retail comercial
Así fue que se perforaron las plantas para unirlas y llenarlas de luz natural y aire fresco. Incluso el estacionamiento del subsuelo se demolió para convertirse en una planta más, manteniendo unos 450 lugares para vehículos.
El OH! Buenos Aires tendrá 20.000 metros cuadrados, de los cuales el 70% será destinado al entretenimiento y la gastronomía, mientras que unos 6.000 de esos metros cuadrados son para el área de compras. “Con entretenimiento nos referimos tanto a una plaza infantil para los más chiquitos como a juegos en red para los más grandes o camas elásticas. Queremos que el shopping en su conjunto sea un amenity”, explicó Porcel.
“A diferencia del Buenos Aires Design, nosotros tenemos previstos unos patios con aire y luz, de unos 70 metros cuadrados cada uno, que van a permitir que el edificio sea sustentable, gracias a ese aire y esa luz natural. Las gente ya no quiere encerrarse más. Oh! Buenos Aires va a ser un shopping al aire libre, con un concepto diferente y nuevo en el país. Estamos haciendo algo para los próximos 50 años”, agregó.
Además, siguiendo esa concepción de espacio sustentable, el centro también acumulará agua de lluvia y tendrá una frondosa vegetación.
Como se indicaba, el nuevo centro se va a conectar con el centro cultural a través de la terraza, la cual tendrá un techo corredizo (para días de mucho frío o lluvia), que también puede ser transitable. Es decir, la gente va a poder caminar (y fotografiarse) sobre el shopping, que estará a sus pies. “El Gobierno porteño nos ha pedido, y nosotros también lo creemos, que debe ser parte del mismo concepto, que sea todo un mismo complejo, todo integrado. Será un espacio nuevo para vivir la ciudad”, detalló el empresario.
En cuanto a las marcas, como afirmaba Porcel, se está haciendo una curaduría para que quede sólo “lo mejor de lo mejor”. Sin embargo, explican que será un espacio abierto y para toda la familia, y también para los turistas. El desarrollador de OH! La Barra prometió: “Se va a integrar con el barrio y la ciudad. Su función va a ser darle valor a la Recoleta, a Buenos Aires y a la Argentina, que es un destino de turistas, con familias que quieren ir a pasear, respirar, entretenimiento. Y lo van a tener acá”.
Finalmente, y en ese mismo sentido, concluyó: “Así como en Punta del Este el Oh! La Barra aportó un montón al destino, nuestra idea en Buenos Aires era esa misma, no dejar lo que estaba, un shopping del siglo pasado. Lo que Oh! Puede aportar es hacer algo para los próximos 50 años. Hablamos de integrar los cuatro niveles, el centro cultural y la terraza gastronómica con el exestacionamiento del subsuelo, que ahora se convierte en otro nivel, con 450 lugares de parking al lado. Vinimos a ayudar a transformar la ciudad, a través de este centro de entretenimiento, gastronomía y compras”.
EL APURO DE LARRETA
Durante el evento, que se desarrolló en un ámbito elegante pero con un clima distendido y familiar, el desarrollador de OH! La Barra utilizó una metáfora industrial para marcar su deseo de crear un producto de gran calidad y con alto valor diferencial. “Un Toyota se produce en sólo 13 horas, pero un Rolls-Royce lleva seis meses”, dijo ante los invitados.
A continuación, subió al estrado el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad, José Luis Giusti, quien recogió la analogía para dejar sentada su posición. “A mí me encantan los Rolls-Royce y también los Toyota, pero el proyecto tiene que estar en marcha en la fecha acordada. Lamentablemente, me toca hacer de intermediario entre el deadline del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y los tiempos de los constructores”, afirmó.
Javier Stolovistky junto al ministro porteño José Luis Giusti
En diálogo con Newsweek Argentina, el funcionario admitió que no existen retrasos en el proyecto y que todos los plazos se están cumpliendo en tiempo y forma. Sin embargo sí sostuvo que algunos de los insumos necesarios son importados y se encuentran con dificultades para ingresar al país, como los 14 ascensores que tendrá el complejo.
Los desarrolladores garantizaron que todo estará listo para el cierre de 2023 y que ya se encuentran dialogando con Nación para destrabar la llegada de los elementos necesarios para su terminación.
