La posibilidad de que Argentina vuelva a financiarse en los mercados internacionales depende, en gran medida, de la evolución del riesgo país y de la confianza que inspire su política económica. Según dos expertos consultados, aunque se ven avances, todavía existen desafíos importantes para concretar este regreso.
Lucas Carattini, economista, subraya que con un riesgo país de aproximadamente 400 puntos, el país debería poder volver al mercado, pero advierte que será necesario alcanzar ese nivel para facilitar una emisión de deuda: «Argentina necesita compresión del riesgo país, por un lado, y por otro que el Gobierno se anime a encarar una emisión internacional».
«En algún momento vamos a tener volver al mercado porque la deuda hay que rollearla, no se paga al contado. Diría que primordialmente hay que ver una baja más fuerte de lo que es el riesgo país para acomodarse en una zona de los 400 puntos e incursionar en el mercado».
Por su parte, Leo Piazza, analista y asesor, coincide en que los 400 puntos constituyen un objetivo clave. “En 400 puntos, el riesgo país es razonable. Con la Reserva Federal bajando la tasa, se podría emitir deuda a una tasa del 7% o 7,5%, lo que permitiría estirar vencimientos y aliviar la carga financiera”, explica. Para él, el mercado ya está enviando señales positivas, como la reciente mejora en los precios de los bonos argentinos y la acumulación de reservas del Banco Central.
La percepción del mercado y el «Plan Milei»
Piazza destaca un elemento fundamental: “El mercado ya compró el Plan Milei”. A su entender, esto significa que los inversores creen en la solidez del superávit fiscal y en el compromiso con la no emisión monetaria.
Este cambio de percepción se refleja en la baja del riesgo país, que va en sentido contrario al aumento observado en otros países emergentes. Según Piazza, el éxito del blanqueo de 22.000 millones de dólares también contribuye a esta confianza, al igual que la acumulación de reservas.
Carattini también menciona que el contexto externo y algunas variables locales ofrecen un respiro. “Hoy hay lluvias para el agro, el contexto internacional está relativamente tranquilo, y hay muy buenas novedades en la balanza energética”, señala. Además, considera que un posible acuerdo con el FMI podría generar más confianza y permitir la salida CEPO cambiario, otro factor limitante para la entrada de capitales.
Las condiciones para regresar
Ambos expertos coinciden en que, tarde o temprano, Argentina deberá regresar a los mercados internacionales pero que para ello será esencial una baja aun más fuerte del riesgo país.
En este sentido, Carattini señala que hay demanda por activos argentinos, como YPF, y que esto demuestra que los inversores están dispuestos a apostar por el país bajo ciertas condiciones. Sin embargo, advierte que por ahora no parece haber intenciones de encarar una emisión internacional. Carattini recuerda que Caputo «salió a aclarar en un tuit que no tenía en mente todavía ir al mercado y que los 4.000 millones de dólares que se pagan de rentas y amortizaciones, los inversores los van a tener que colocar en otros activos porque por lo pronto no iba a haber nuevas emisiones del Tesoro».
Piazza, en tanto, proyecta que este regreso podría ocurrir hacia 2025, momento en el cual espera que el país logre consolidar un riesgo país suficientemente bajo.
«Argentina tiene que volver al mercado voluntario financiero externo en el 2025 porque será necesario. Y evidentemente ya de alguna manera está volviendo, las empresas privadas están volviendo. Ahora falta que el riesgo país baje más a niveles de 400 para que Caputo de alguna manera haga alguna emisión de deuda y ese dinero estire los vencimientos».
El rol de la balanza energética y Vaca Muerta
Más allá del riesgo país, ambos analistas destacan el papel estratégico de la balanza energética. Piazza resalta que esta viene “como un relojito en piloto automático”.
«En agosto, nosotros hicimos el análisis acumulado agosto de 2023 contra 2024 dio más 4.800 millones de dólares, y se estima que va a haber 10.000,11.000 millones de dólares»
Carattini, por su parte, subraya que el sector energético, liderado por Vaca Muerta, será clave para el crecimiento económico: «el mayor potencial que tiene la Argentina es Vaca Muerta para hacer un reemplazo de otros proveedores de energía, sobre todo teniendo presente datos del RIGI y los proyectos relacionados a este sector” asegura.
Las expectativas frente al FMI y el contexto global
Ambos expertos coinciden en que un acuerdo con el FMI será crucial para consolidar la confianza de los mercados. Piazza sugiere que el respaldo del expresidente estadounidense Donald Trump podría ser un factor decisivo. “Trump le va a hacer una llamada al FMI y lo va a ayudar a cerrar un buen acuerdo a Milei”, afirma, y esto incluiría un ingreso de dinero fresco que contribuiría a levantar el CEPO en su totalidad.
Carattini también es optimista sobre la influencia de las relaciones internacionales. “Las rispideces comerciales entre Estados Unidos y China podrían abrir oportunidades para que Argentina incursione en nuevos mercados”, señala.
«A pesar de un contexto un poco más complicado para la economía global, por el tema del proteccionismo, las barreras arancelarias y la retórica más de cuidado de Estados Unidos que tiene Trump, Argentina tiene herramientas para canalizar y adquirir nuevos mercados» dice el economista.
¿Regreso asegurado?
Aunque ambos analistas coinciden en que Argentina tiene herramientas para volver a los mercados, también reconocen que el camino no será sencillo. Si bien la baja del riesgo país es un paso fundamental para que Argentina regrese a los mercados financieros internacionales, este regreso no solo dependerá de las condiciones económicas, sino también de la capacidad del Gobierno para inspirar confianza y ejecutar las políticas necesarias en un contexto global y local que todavía plantea desafíos significativos.