Desde hace décadas, el país convive con una problemática que hasta el momento ningún gobierno pudo resolver: la inflación. En la actualidad, los precios han sufrido aumentos considerables mes a mes, que hicieron que el poder adquisitivo de los argentinos sea cada vez menor.
Un informe realizado por la consultora Focus Market muestra cuáles fueron los billetes que más pérdida de valor sufrieron a lo largo de toda la historia nacional. Entre ellos, se encuentra el billete de $1000 de actual circulación.
“Los precios comienzan a subir tanto de un día para otro, que los billetes ya no valen nada. En un recorrido histórico la moneda local podemos ver que no sólo fue perdiendo ceros, sino que se reemplazó el signo monetario varias veces como medida para atacar cuestiones inflacionarias”, explicó el director de la consultora, Cristian Di Pace.
En ese sentido, el economista señaló que “en los últimos 40 años hemos destruido cuatro signos monetarias”, a la vez que “erosionamos en meses en el poder adquisitivo del ingreso de los argentinos”, pese a las promesas de los gobiernos para controlar la inflación.
Según el estudio, la moneda que más depreciación tuvo fue el billete de un millón de pesos ley. Instaurado en noviembre de 1981 en plena dictadura militar, este fue el de mayor denominación que hubo en la historia argentina.
Sin embargo, en octubre de 1985 tuvo que salir de circulación. “La situación económica fue tan crítica que las cantidades usuales de dinero no entraban en las máquinas de calcular de esa época”, señalaron desde Focus Market. A lo largo de los 48 meses que estuvo en vigencia, este papel perdió el 100% de su valor y pasó de $1.000.000 a menos de $1500.
En el segundo lugar, se encuentra el billete de 10.000 pesos argentinos, que entró en circulación durante la presidencia de Raúl Alfonsín, entre 1985 y 1988, como reemplazo del peso ley. El mismo llegó con la intención de “estabilizar las altas variaciones de precios”, pero no logró el efecto deseado. En 39 meses, la inflación hizo que pierda el 100% de su poder.
La consultora pone en el tercer lugar de los papeles que más depreciación tuvieron al de 500.000 australes. Esta moneda inició en la época de Alfonsín, pero fue durante el mandato de Carlos Menem que alcanzó su máxima denominación.
“Llegó con una plan económico, que al final de la historia no pudo cumplir sus objetivos, por lo cual se volvieron a registrar altas tasas de inflación”, remarcaron en el estudio.
Este billete vio la luz por primera vez en noviembre de 1990, pero en 1993 dejó de tener validez. En 27 meses de vigencia, su valor cayó y fue reemplazada por el peso convertible.
Así fue como se llega al día de hoy. En la actualidad, el billete de mayor denominación es el de $1000, el cual fue emitido en noviembre de 2017. Desde ese entonces, han trascurrido más de 54 meses, en los que los avances de precios hicieron que tenga una alta caída de poder adquisitivo.
En un comienzo, esta divisa tenía un valor equivalente al de US$ 51,87. Pero a mayo de este año, el mismo pasó a ser de US$ 4,84. Incluso, ante la escalada de precios, hubo intenciones de emitir nuevas denominaciones de $5.000 y hasta $10.000.
“Estamos ante un proceso de aceleración de la variación de precios y pérdida del poder adquisitivo del peso argentino muy fuerte”, especificó Di Pace. Y agregó: “Un leve revés del mercado ante este escenario puede incrementar la emisión monetaria con mayor circulación de pesos en el mercado impactando sobre la variación de precios, caída de su demanda, aceleración de su circulación e incremento de la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda”.