La AFIP detectó y denunció por asociación ilícita, lavado de activos y estafa a una “empresa fantasma” que captaba fondos de terceros mediante la promesa de obtener una rentabilidad extraordinaria que finalmente nunca se concretaba.
Se trataba de una estafa piramidal que le permitió a esta empresa, que supuestamente invertía en criptoactivos, movimientos por $880 millones en 2022, sin tener bienes registrables ni haber comprado ningún servicio o bien vinculado al rubro. Es decir, se quedaban con el dinero de los inversores.
El caso fue presentado con toda la documentación pertinente ante la Justicia, y recayó en el Juzgado Penal Económico N°11.
Todas las facturas electrónicas y otros comprobantes habrían sido emitidas por una sola firma, la cual sería apócrifa. Las transferencias que recibió provenían de personas humanas, y ese dinero luego se retiraba a través de cheques, según demostró la investigación del organismo recaudador.
La empresa, como se señalaba, prometía una gran rentabilidad, e incluso utilizaba para ello la imagen de varios famosos, los cuales hacían publicidad a través de sus redes sociales (la lista no se dio a conocer todavía). Al ser consultados, admitieron haber publicitado a esta empresa, pero se desligaron de mayores responsabilidades. El caso recuerda en este aspecto al de Generación Zoe.
Pese a estas promesas, la empresa no pudo demostrar solvencia a través de inversiones o bienes, lo que le hubiera permitido pagar esas ganancias.