Este lunes, la secretaria del Tesoro de los EEUU, Janet Yellen, fue consultada sobre la anunciada recesión global que se espera para 2023, y especialmente para su país, mientras persiste la alta inflación y los bancos centrales siguen elevando las tasas de interés.
Sin embargo, la funcionaria se mostró en sintonía con varios colegas de la administración Biden y con el propio presidente, y minimizó los efectos de la crisis, forzando la interpretación del concepto de “recesión”.
«No tienes una recesión cuando hay 500.000 puestos de trabajo y la tasa de desempleo es la más baja en más de 50 años», aseveró Yellen. Lo dijo en uno de los programas de mayor audiencia del país, «Good Morning America», por la cadena ABC.
Habitualmente se llama recesión al registro de dos períodos consecutivos sin crecimiento o con estancamiento económico. Por caso, en 2022 el crecimiento de los PIB en todo el mundo fue menor al de 2021 y se espera que el de 2023 sea menor al del año anterior. Por caso, el FMI proyectó un alza del 2,9%.
Pero desde hace varios meses Biden y sus funcionarios vienen repitiendo que no hay tal recesión si la economía “marcha bien”. El principal indicador del que se vienen tomando para sostener este argumento es el del desempleo que, de acuerdo a datos oficiales, se encuentra entre los más bajos de la historia, mientras que la inflación sigue su curso descendente desde hace al menos seis meses, de acuerdo a Yellen.
De hecho, la titular del Tesoro proyectó una baja todavía más acelerada de los precios, como consecuencia de las “medidas adoptadas por el Gobierno de Joe Biden”, especialmente en relación a los costos de los combustibles y los medicamentos.
