Luego de confirmar la destitución de Mauricio Claver-Carone por el escándalo amoroso, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) designó a una mujer para asumir la presidencia.
Se trata de Reina Irene Mejía Chacón, quien hasta ahora se desempeñaba como vicepresidenta ejecutiva del organismo multilateral, cargo que ocupaba desde el 16 de diciembre de 2020.
A través de un comunicado, la entidad confirmó que la Asamblea de Gobernadores resolvió que Claver-Carone “cesará en sus funciones como presidente del Banco, con efecto el 26 de septiembre de 2022”, tal como lo recomendó al Directorio Ejecutivo.
En ese sentido, la hondureña Mejía Chacón fue la encargada de tomar el mando del BID, tal como lo establece el Convenio Constitutivo, “hasta que se elija a un nuevo presidente”.
Según informaron, la elección del nuevo mandatario del organismo “se llevará a cabo según lo establecido en el Convenio y en el Reglamento para la Elección del Presidente o Presidenta del Banco”.
El mismo establece que dentro de los próximos 45 días se deberán presentar las nuevas candidaturas. Luego, los gobernadores de los 48 Estados miembros tendrán que realizar la primera votación para definir al sucesor de Claver-Carone.
Mientras tanto, advirtieron que “el Grupo BID y sus equipos siguen operando con normalidad, para cumplir con la misión de mejorar vidas en América Latina y el Caribe”. Entre las actividades, se encuentran una reunión con los gobernadores argentinos del Norte Grande.
Mauricio Claver-Carone había asumido el mando del Banco Interamericano de Desarrollo en 2020, tras ser propuesto por el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Así, se convirtió en el primer estadounidense en ocupar dicho cargo.
En los últimos meses se abrió una investigación en su contra tras una denuncia que lo acusaba de mantener un romance con una subordinada, algo prohibido por el código de ética de la entidad.
Finalmente, la investigación concluyó en que dicha relación fue real y que la empleada recibió aumentos salariales notables, lo que motivó que la Asamblea de Gobernadores lo destituya del cargo, pese a que aún tenía tres años de mandato.