Por José Calero, de Noticias Argentinas
“Este proceso, para que siga siendo consistente la baja de la inflación con crecimiento de la economía, necesita que haya más circulación de dólares, y que la economía se vaya remonetizando en dólares», señaló Furiase.
Con todos estos elementos, Caputo mantuvo en la semana una reunión a puerta cerrada con los principales agentes del mercado en el cual ratificó el compromiso fiscal del Gobierno como uno de los factores de la estabilización.
Allí, también se refirió a la posibilidad en estudio de flexibilizar las condiciones para los créditos en dólares y ratificó que habrá un acuerdo con el FMI en el primer cuatrimestre de 2025.
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Caputo también negó inconvenientes por la apreciación cambiaria, y apuntó contra las políticas de gobiernos anteriores por apelar a devaluaciones que derivan en inflación.
Y dio un dato clave: dijo que la Argentina se mantendrá como un país caro en dólares, en un nuevo esquema que tendrá ganadores y perdedores, y apuntó contra rubros como el textil por su nivel de precios en el mercado local.
Para el equipo económico, una de las claves del proceso es que la inflación está viajando al ritmo del crawling peg más la inflación internacional de Estados Unidos.
Así, consideran que se estabilizó el tipo de cambio real.
Furiase lo explica así: el nivel actual del dólar está por encima del de otros momentos históricos. “A precios de octubre de 2024, con un dólar oficial a $980 y un financiero a $1100, ese valor es muy parecido al que tuvimos en los primeros meses de 2016, después de la devaluación y la salida del cepo, y con fundamentos mejores: tenemos superávit fiscal y comercial, un BCRA que compra dólares y un Tesoro que acumula reservas en pesos”.
Consideró lógico que “cuando se hacen bien las cosas en lo fiscal y lo monetario, la moneda se aprecie.
En este proceso, se fue apreciando el peso, el BCRA compró u$s 22.000 millones, la brecha que era de 200% convergió a casi cero y el riesgo país colapsó de 2000 a 650 puntos básicos. Para Furiase, constituye una “mejora de la competitividad sistémica del país muy significativa”.
Otro dato clave para el mercado es que el Gobierno planea mantener el esquema del dólar blend, que permite a los exportadores liquidar un 20% de sus ventas en el mercado financiero.
Caputo lo sigue viendo como un estabilizador automático y lo pensamos como una pieza más de este marco de controles de capitales.
Ante la desaceleración de la inflación y una fuerte baja del riesgo país, el Gobierno avanza a paso firme en su objetivo de liberar la economía argentina.
Pero Caputo insiste en la necesidad de darle una solución definitiva al problema de los stocks del Banco Central anes de definir la salida del cepo.
Para el director de la Fundación FIEL, Daniel Artana, una de las razones por las cuales no se puede levantar el cepo de forma inmediata es que las reservas netas siguen en terreno negativo.
El economista alertó que si se abriese el cepo cambiario por completo, las empresas, con una aproximación de u$s 6.000 millones de dividendos retenidos, podrían recibir «una orden de la casa matriz para que manden la plata afuera».
Ante esa perspectiva, explicó que hay que tener reservas para hacer frente a esa contingencia.
Artana dijo que sin reservas suficientes, persistirá una “suerte de riesgo que podría desembocar en una alteración cambiaria impresionante».
Ante esa perspectiva, en el mercado empiezan a convencerse de que la salida del cepo está más lejos de lo que se creía.
Fuente: NoticiasArgentinas.com