El Directorio del FMI aprobó hoy la primera revisión del programa de Facilidades Extendidas que acordó con la Argentina y le girará US$ 4.030 millones.
La auditoría tiene que ver con los puntos acordados para el primer trimestre de este año, que ya habían contado con el visto bueno del equipo técnico que se encarga del convenio argentino y que lidera Julie Kozack, directora adjunta del Departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de misión para nuestro país.
«Se cumplieron todas las metas cuantitativas del programa para el primer trimestre de 2022», había precisado el reporte oficial que se presentó ante el Board y que se comunicó el 8 de junio.
Este aval permitió que se desembolsaran 3.000 DESGs (la moneda del Fondo Monetrario Internacional), suma que es igual a US$ 4.030 millones que servirán para robustecer las reservas del Banco Central.
En ese documento, el equipo técnico dio el primer paso para que ahora pudiera agregarse la flexibilización de las metas intermedias del programa pero conservando las anuales.
«La revisión se centró en evaluar el desempeño del programa desde la aprobación del acuerdo, analizando los efectos del impacto de la guerra en Ucrania en la economía argentina e identificando políticas para abordar los efectos asociados», detalló la delegación adelantando lo que ocurriría después.
En los encuentros que siguieron los funcionarios argentinos y del FMI empezaron a trabajar sobre un panorama distinto a raíz del stress que padecieron las cuentas públicas por las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania.
Desde el Palacio de Hacienda argentino se indicó que la ayuda adicional se relaciona con el objetivo de asistir al Estado a fin de contener la situación social y además la necesidad de anticipar compras de energía a valores muy elevados incidieron en la estacionalidad con la que se había elaborado el programa.
Acorde con el programa original el déficit del primer semestre acumulado no podía ser superior a los $566.000 millones. No obstante, los números oficiales a mayo evidencian un desfasaje de $ 462.000 millones, generando así un margen insuficiente de $100.000 millones. Es por eso, que se reelaborará esta meta y la de acumulación de reservas, que se sostiene en $5.800 millones para el año pero que será más flexible para los primeros seis meses del 2023.
En el Ministerio de Economía reconocen que la producción agrícola se liquidó a un menor ritmo en comparación a años anteriores, lo cual perjudicó el ritmo de obtención de divisas por parte del BCRA.
Fuente: www.noticiasargentinas.com
