El ministro de Desarrollo Productivo nacional, Matías Kulfas, admitió en una entrevista radial que la batalla para controlar la inflación “no va bien”, aceptando los datos de las consultoras privadas que indican que abril había cerrado con un aumento cercano al 6% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), con otro fuerte crecimiento en el rubro “alimentos”.
El funcionario cercano a Alberto Fernández, uno de los tres ministros más cuestionados por el kirchnerismo, reconoció que era evidente que en el mes que acaba de concluir no se va a registrar “una baja pronunciada”, como había proyectado el ministro de Ecomomía, Martín Guzmán, tras conocerse el 6,7% de marzo.
«Obviamente, la inflación ha vuelto a golpear con fuerza, particularmente porque tenemos nuestros propios problemas y además se ha sumado la inflación internacional, que está golpeando en todo el mundo», sostuvo.
A mediados de abril se calculaba que el IPC de abril sería cercano al 6%, pero distintos estudios sí hablan de una baja, aunque todavía en niveles muy altos. Por ejemplo, la consultora LCG estimó que el índice de los alimentos se ubicó en torno al 5%, por lo que se espera que el indicador general se encuentre por encima.
En esa misma línea, Marina Dal Poggetto, directora de EcoGo, indicó que en la consultora están manejando una variación del 5,7% en abril. “Es un punto menos que marzo”, subrayó, y precisó que “hubo una disparada de los precios en la tercera semana del mes”.
Además, aseveró que el récord de marzo tuvo impacto sobre el mes siguiente. “Hubo un pico de inflación semanal muy alto en la tercera semana de marzo, y eso está generando un arrastre muy alto para abril”, detalló.
Finalmente, Dal Poggetto aseguró que “mayo ya debería dar debajo del promedio de abril aunque la gente en la calle lo que ve es que los precios suben”. Pero el panorama no pareciera ser el más promisorio.
Por ejemplo, para este mes están previstas las audiencias públicas para definir los aumentos de electricidad, gas y agua; habrá aumento de alquileres; se incrementan los salarios de las empleadas domésticas; se están cerrando las paritarias de numerosos gremios; y se habilitó un incremento de tarifas para las prepagas, todos factores que jugarían en contra de la baja anunciada.
