El economista Rodolfo Santangelo analizó la fase dos del plan económico del Gobierno, que arranca hoy y lo primero que marcó fue que «le queda grande para fase dos».
En una charla con Marcelo Longobardi en Radio Rivadavia, sostuvo: «Me parece que todavía estamos con el tema que se armó para la emergencia del 10 de diciembre para los primeros meses, donde había que destapar la olla de los problemas heredados».
Y marcó: «Se cometió el error de creer que esa etapa de emergencia, que salió más o menos bien dentro de los problemas que había, no fue empalmado con algo más permanente».
«No fueron las medidas preparatorias de algo más grande», indicó y señaló: «Si no que se continuó con el programa de emergencia».
En esa línea afirmó que «la verdad que estos anuncios de la letra fiscal, de los puts y que van a emitir cero, me parece que no tienen entidad como para llamarla etapa dos» y subrayó: «Estamos esperando los resultados del programa, porque la etapa dos va a venir si los resultados son de una manera u otra».
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«Paradójicamente, y ya ha pasado en otros momentos de la historia, cuando vienen mejores resultados inflacionarios, vienen malos resultados en la parte externa, sobre todo en la parte de reservas», advirtió y dejó en claro que «es algo que está totalmente previsto».
«Hoy yo diría que el principal problema que tiene el programa económico es que no logra acumular reservas», aseveró .
Y explicó: «Gran parte de los problemas cuyos síntomas son el dólar libre, la suba del riesgo país, proviene de que toda la tarea de acumulación de reservas, que fue muy buena hasta mayo, junio, julio y los meses que vienen, pinta que va a andar mal».
«Entonces, se quedó encajado en la etapa uno», sentenció y agregó: «No hay una etapa dos que merezca ese nombre».
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Ante este panorama, Longobardi le consultó: «¿Cómo se van a acumular reservas si al mismo tiempo el Gobierno ofrece ponerlas sobre la mesa para controlar la brecha?» y el entrevistado respondió: «Eso agrava el problema, debido a que, las reservas que no se logran acumular no se pueden vender después».
«Teníamos un problema de que no entraban reservas y ahora se pretende que salgan las reservas, con lo cual se agrava el problema», enfatizó.
Y añadió que «no está clara la regla de si se van a vender los dólares que se van a comprar, con lo cual no se podría vender ninguno, o si se van a vender dólares del stock de reservas», manifestó y aclaró: «Son reservas no propias del Banco Central. Las reservas que ha acumulado el Banco Central ‘son apenas para llegar a un neto cero'».
«Pensá que las reservas en términos neto eran negativas en 11.000», recordó y detalló: «Ahora están en números redondos en cero».
Por lo tanto, planteó: ¿Cómo vas a vender reservas si tenés cero? e insistió: «Son reservas no propias, ajenas, reservas de los depositantes».
En consecuencia, consideró que «hemos entrado en una especie de juego psicológico donde lo que se quiere es influir las expectativas, controlar las expectativas, hacer política económica con discursos o con tuiters o con anuncios bajo la idea de que el dólar libre subió de más, y no lo sé, de que el riesgo país bajó demás y no lo sé».
Por lo que reiteró: «Lo que está haciendo falta es una verdadera etapa dos» y argumentó que «continué a la etapa uno de emergencia, que ya cumplió su propósito, pero que ahora es insuficiente».
Al ser consultado por el peso, puso el foco en que «hay que convertirlo en una moneda estable, atractiva» y agregó: «Y a partir de su estabilidad y desde atractivo, que sea una moneda abundante» porque «la gente lo quiera, lo demande».
«Y el origen de esa abundancia de los pesos, no para salir a emitir a lo Kicillof mañana como loco, es que el Banco Central vuelva a comprar dólares», indicó.
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Por lo tanto, «bienvenido este discurso de querer resucitar al peso, de querer tener una economía bimonetaria donde el peso y el dólar convivan», al tiempo que señaló: «Que el peso sea una moneda que existe, que hacemos transacciones y los argentinos ahorramos como consecuencia de que el Banco Central acumula reservas».
