Por Tomás Rodríguez
Fotos: Rocío González
A pesar de haberse retirado del fútbol debido a una arritmia cardíaca, Sergio “Kun” Agüero continúa muy activo. Y esto se debe a su otra gran pasión: los videojuegos. Hace aproximadamente tres años lanzó Krü Esports, el equipo de gaming que compite en torneos de todo el mundo, casi como si se fuera un equipo de fútbol, pero desde una pantalla. En sus oficinas -el “Krü Klüb” ubicado en la calle Costa Rica al 6000 en el barrio de Palermo – muchos jóvenes tienen algo que parece un sueño: la oportunidad de que jugar a los videojuegos se convierta en una profesión.
Si bien el viraje en la carrera del Kun estuvo muy relacionada con su problema de salud, las ganas de llevar adelante el proyecto viene de antes.
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“Kru es la resultante de un interés genuino de Sergio Agüero por los videojuegos, no fue hacer un negocio. En la pandemia él empezó a jugar mucho, a aprender a usar Twitch, a crear comunidad. Y ahí decidió tener su propia organización”, cuenta Bruno Mazzucchelli, Head of Marketing de Krü, quien considera que esta organización abocada al gaming se parece más a “un club de amigos” que a un equipo de fútbol.
Hoy Kru tiene oficinas en Buenos Aires, Barcelona y Los Ángeles, y su objetivo es expandirse hasta ser global. Sin embargo, Mazzucchelli destaca la impronta “latinoamericana” de la organización: hay jugadores de Argentina, Chile, Colombia, Venezuela y Brasil. Si bien Agüero tiene una agenda ocupada con muchas actividades, siempre está pendiente de lo que se hace en Krü y a veces visita sus oficinas o saluda a la comunidad vía web. “La verdad es que los chicos se mueren cuando lo ven”, cuenta Mazzucchelli, riendo.
Los jugadores de Kru no solo compiten en videojuegos de fútbol, afines al perfil y a la historia de su creador. También lo hacen en otro tipo de juegos como el Rocket League, que combina fútbol con el uso de vehículos, y los juegos de “shooters”, de acción, como el Valorant. “Cada una de esas disciplinas tiene sus torneos, algunos internacionales y otros locales; algunos tienen distintas categorías y vas clasificando y moviéndote hacia arriba o hacia abajo. Depende siempre del publisher, o sea el dueño del videojuego y el que da la licencia para explotar los videojuegos y el que decide cómo son los torneos”, explica Mazzucchelli.
En diciembre 2021 Krü tuvo uno de los hitos que le dio más trascendencia: participó el mundial de Valorant en Berlín, siendo la primera vez que un equipó latinoamericano llega a instancias finales de un torneo global. El partido se vio en pantalla gigante con centenares de personas apoyando a Krü. “Fue la primera vez que un equipo de la región llegó tan alto”, dice el Head of Marketing.
Los gamers de Krü son chicos jóvenes de un rango etario amplio, que va de 18 a 35 años, tanto varones como mujeres. Este no es un dato menor: en Krü se hace especial hincapié en la equidad de género, y de hecho uno de los tres equipos es enteramente femenino.
“Nos importa un montón darle visibilidad a ese equipo. Deportivamente les va muy bien, y de hecho uno de nuestros sponsors, Visa, puso el foco en eso: su logo está exclusivamente en la camiseta del equipo de las chicas. Acá no hay un juego de destreza, sino de velocidad de reacción, trabajo en equipo y coordinación. No hay mucha diferencia entre el hombre y la mujer en esos rubros, no hay excusa para que no haya escena femenina”, explica el Head of Marketing.
A pesar de que usan las instalaciones de Palermo para practicar en las computadoras, los jugadores de Krü viajan todo el tiempo por todo el mundo, desde Los Ángeles a Tokio, participando en diferentes torneos. A veces compiten también a distancia, desde las oficinas de Krü e incluso desde sus casas: son las ventajas de las competencias virtuales. “Nuestro equipo, en los Estados Unidos, juega los fines de semana con acceso al público, con comentaristas. Es como ir a la cancha los domingos a ver a tu club”, detalla Mazzucchelli.
“Nos sumamos a la escena de los sports con nuestra impronta. No sólo desde lo profesional, deportivo y comercial sino también en desestigmatizar la visión socio-cultural que se suele tener en relación a los videojuegos”, se lee en la página web. Y es que aunque a muchos pueda parecerles una profesión sencilla o relajada, el jugador de Krü es un profesional, con contrato, obligaciones y sueldo.
Tiene rutinas de entrenamiento, casi todos los días y con horarios establecidos, en los que se involucra un coach, psicólogos y hasta kinesiólogos: estar sentado en una computadora podrá no ser como trotar por una cancha, pero también es cansador. Además, debe aprender a analizar sus estrategias y las de los otros jugadores.
“Es realmente exigente el trabajo que hacen. Y sumale, durante las competencias, la presión, los gritos de la gente, el foco que hay que tener. No es que solo agarren el teclado, tambien ponen el cuerpo”, cuenta Mazzucchelli.
Pero la esencia de Krü no son solo los videojuegos, dicen, sino crear comunidad, ser un club social, generar contenido y entretenimiento. Una marca que no le hable solo a los e-sport, sino que abarque otros intereses, especialmente de los jóvenes. En el Klüb se realizan “watch partys” para que distintos socios e invitados del club puedan reunirse a ver los partidos al más puro estilo futbolístico. De un tiempo a esta parte, este tipo de eventos se han venido haciendo también en otras partes del mundo. Hace poco, uno de los equipos compitió en el Mundial de Valorant y se realizaron watch partys en Ecuador, Chile y Colombia, coordinadas desde Argentina. Así, los fans en distintos países pueden reunirse a ver el partido juntos.
En el Klüb todos los miércoles se reciben socios que pueden utilizar las instalaciones para hacer home office o incluso estudiar para alguna materia, dependiendo la edad que tengan. La idea es que si bien estos son deportes electrónicos, se pueden vivir como un club de fútbol. En Krü no hay canchas, pero sí otro tipo de servicios para que sus seguidores vivan la experiencia de otra manera. Por otra parte, se realizan reuniones corporativas, por ejemplo, para los sponsors, como Visa, Disney Plus, Puma o Logitech.
También en el Klüb se hacen eventos de música urbana, donde se presentan artistas como el rapero Acru, que hace poco presentó el primer corte de su último disco, y también artistas como Wos o Duki. Según cuentan en Krü, hay algo de la música urbana que está vinculado a los streamers y al mundo de los juegos y todo convive. No es un espacio como el teatro Gran Rex, sino algo más íntimo, y ya están pensando en hacer eventos acústicos con música en vivo y sortear entradas.
De esa manera, Krü, la creación de Sergio “Kun” Aguero, es una mezcla de gaming, competencia deportiva, música urbana y experiencia en comunidad que no para de crecer.