Como consecuencia de los aumentos de precios por la inflación, que en el último mes marcó un nuevo récord, una familia necesita más de un salario mínimo para cubrir la canasta de alimentos y no ser considerada indigente.
Los datos surgen del último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que reveló que en el mes de julio la canasta básica alimentaria tuvo un aumento mensual del 6,3% y uno interanual del 70,6%, mientras que la canasta básica total subió un 6,8% mensual y acumula un 64,7% en los últimos 12 meses.
Para el organismo estadístico una familia tipo de cuatro personas –compuesta por dos adultos y dos menores- necesitó un ingreso de $49.466 para no ser considerada indigente. Mientras que para no caer bajo la línea de pobreza, el monto mínimo se ubicó en $111.298.
De esta forma, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), que desde junio es de $45.540, quedó por debajo del dinero que una familia requiere para cubrir sus necesidades básicas alimentarias. En cambio, para no ser pobre, el valor se acerca a los 2,5 SMVN.
Si bien desde el 1° de agosto este monto se actualizó y pasó a ser de $47.850, el mismo ya quedó desactualizado tras los últimos incrementos por la inflación, que según el INDEC en julio fue del 7,4% y acumuló un 71% interanual.
En este contexto, el próximo 18 de agosto habrá una nueva reunión del Consejo Nacional del Empleo, encabezada por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, para debatir de cuánto será la actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil a partir del mes de septiembre.
