En los últimos años, los aumentos de precios por la inflación hicieron que muchos argentinos cambiaran su forma de comer, al punto que en los últimos diez años el consumo de carne cayó casi un 15%.
Los datos se desprenden del último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), correspondiente al mes de julio, que muestra que el consumo per cápita por año fue del 52%.
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De esta forma, muestra una mejora del 8,5% con respecto a 2022, cuando en el mismo período fue de 47,9 kg; aunque aún no llega a los niveles previos a la pandemia.
Si se compara la situación con una década atrás, la caída es más notoria: en 2013, el consumo per cápita anual fue de 61,1 kilos. Así, la baja en diez años fue del 14,89%.
Por otro lado, el informe señala que el consumo aparente de carne vacuna habría totalizado 1.410 millones de toneladas en los primeros siete meses del 2023, lo que marca un incremento del 12,7% con respecto del período enero-julio de 2022.
“Esto es lo que provocó que la carne vacuna registrara incrementos de precios inferiores a los del nivel general en el último año y, por lo tanto, que el consumo per cápita de carne vacuna se recuperara, si bien todavía no logró superar el nivel que existía en igual período de 2019”, enfatizaron.
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