La consultora económica Invecq ha presentado un reciente informe sobre la situación económica de Argentina, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). A pesar de algunos indicios de crecimiento en ciertos sectores, el análisis revela que la economía no está creciendo de manera uniforme y que hay indicadores que sugieren que muchos sectores siguen enfrentando serios desafíos.
El INDEC publicó recientemente varios indicadores vinculados a la actividad económica correspondientes al mes de agosto. Los resultados muestran un comportamiento mixto que refleja las tensiones actuales en la economía. Por un lado, el índice de producción industrial (IPI) manufacturero creció un 1,5% en términos desestacionalizados; sin embargo, este número representa una caída del 6,9% en comparación con el mismo mes de 2023. Este contraste subraya la fragilidad de la recuperación en la industria, que aún no logra recuperar su nivel de producción previo a la crisis.
El sector de la construcción continúa en un estado preocupante. Según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), este sector se contrajo un 2,9% respecto al mes anterior y un alarmante 26,4% en términos interanuales. Estos datos indican que el sector sigue cayendo, lo que puede tener repercusiones negativas en otros sectores al ser uno de los más dinámicos de la economía.
Los primeros indicadores de alta frecuencia para septiembre indican que la situación económica sigue siendo desigual. Algunos sectores han experimentado un crecimiento notable, mientras que otros permanecen estancados. El patentamiento de autos y motos, por ejemplo, mostró un incremento del 5,3% y 15,7%, respectivamente, en comparación con el mismo mes del año anterior. Este crecimiento podría estar relacionado con la disponibilidad de créditos bancarios, que han facilitado las compras en estos sectores.
Además, el crédito bancario al sector privado ha sido otro de los motores de crecimiento, registrando un aumento del 6% en términos interanuales. Esto sugiere que hay un mayor acceso a financiamiento, lo que puede impulsar el consumo y la inversión en ciertos segmentos de la economía.
Sin embargo, el informe explica que el optimismo se ve limitado por el desempeño del sector de la construcción, que sigue sin despegar. Los despachos de cemento y las ventas de materiales para la construcción han registrado caídas interanuales del 18% y 22%, respectivamente. Estas cifras reflejan la falta de actividad en un sector clave para la reactivación económica, lo que plantea interrogantes sobre el futuro del empleo en la construcción y su impacto en la economía en general.
“La actividad continúa zigzagueando, con sectores en los cuales la recuperación ya se evidencia con mayor claridad y otros donde aún continúan sin despegar”
El informe de Invecq destaca que el desempeño de la economía argentina en los próximos meses estará condicionado por varios factores críticos. Uno de ellos es la posible corrección en el esquema cambiario, cualquier ajuste en este sentido podría tener un impacto significativo en la actividad económica; el impacto del blanqueo y la recuperación de salarios entre otros que pueden tener impacto positivo en el crecimiento económico.
El impacto del blanqueo es un factor relevante: el Gobierno espera que una parte de estos fondos se destine a la recuperación económica, lo que podría ser un impulso necesario en un contexto donde la confianza de los inversores es crucial. La recomposición de los salarios reales también se presenta como determinante: un aumento en el poder adquisitivo de los consumidores es fundamental para activar la demanda interna y, por ende, para la recuperación de sectores que actualmente muestran debilidades.
Con respecto al mercado financiero también ha experimentado cambios notables, en la primera licitación de octubre, el Tesoro Nacional logró colocar deuda por $5,91 billones, superando los $5,07 billones de vencimientos, lo que representa un rollover del 116%.
En el mercado cambiario, los dólares paralelos han mostrado una tendencia a la baja, reduciendo las brechas con el tipo de cambio oficial. Este cambio ha sido facilitado por el aumento del crédito en dólares, lo que ha permitido que los bancos continúen vendiendo dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), lo que a su vez ha permitido al BCRA adquirir reservas.
Esta mejora en la balanza del BCRA se ha visto acompañada por el impacto del blanqueo, que ha dirigido una parte de los dólares hacia la compra de títulos de deuda. En las últimas dos semanas, los bonos soberanos han experimentado un crecimiento sostenido, lo que ha llevado a una reducción en el riesgo país, que se situó en un mínimo de 1.121 puntos básicos, un punto clave pensando en la necesidad de financiamiento a futuro.
El informe de Invecq sobre la actividad económica en Argentina refleja dos cuestiones, si bien hay alguna mejora; el panorama complejo y desigual. Hay claras señales de crecimiento en ciertos sectores, pero otros continúan enfrentando obstáculos significativos. La economía no está creciendo de manera homogénea.
De cara al cierre del primer año de gestión de Javier Milei, esos próximos meses serán cruciales para determinar si Argentina puede establecer una trayectoria de crecimiento sostenido o si, por el contrario, se verá atrapada en un ciclo de altibajos. La clave estará en cómo el gobierno y los actores económicos aborden estos desafíos y qué nivel de confianza se encuentran para plantear oportunidades en este contexto.
