Después de larga espera y muchas especulaciones, finalmente el flamante ministro de Economía, Producción y Agricultura, Sergio Massa, anunció su “primer” paquete de medidas para enfrentar la crisis inflacionaria y de reservas que vive la Argentina. Y anticipó que no serán las últimas.
En rueda de prensa, aseguró que el contexto internacional es complejo y puso como ejemplo a Europa, que atraviesa una grave crisis energética y se prepara para un ajuste muy fuerte de cara al próximo invierno. Sin embargo, se mostró optimista y aseguró que este escenario también puede traer grandes oportunidades para el país como proveedor de energía, materias primas y conocimiento.
“No soy un súper nada, ni mago. La magia no existe”, enfatizó y enumeró los cuatro principales ejes de su programa económico: orden fiscal, sostenimiento del superávit comercial, fortalecimiento de las reservas y desarrollo con inclusión.
La primera de todas las políticas de la “Era Massa” es el orden fiscal, tema en el que insistió a la largo de toda la presentación. Y la medida clave es que se cumplirá la meta del 2,5 de déficit establecida por el presupuesto del Ejecutivo (vale recordar que el Congreso no se lo aprobó a Guzmán).
¿Qué implica esto? No se utilizarán adelantos del Tesoro por lo que resta del año; sigue vigente el congelamiento de la planta del Estado para todos los sectores de la administración pública nacional centralizada (medida de Batakis, y en eso compromete fuertemente a las provincias, que deberán declarar sus recursos todos los meses al Indec ); y habrá cambios en la segmentación para las tarifas.
En ese último aspecto, subrayó que 4 millones de hogares no pidieron subsidios, y así se mantendrán; pero indicó que casi 10 millones sí lo hicieron, y sobre estos usuarios se promoverá el ahorro de consumo energético.
El segundo punto mencionado es el sostenimiento del superávit comercial, adelantó que el Gobierno va a establecer por decreto beneficios para los sectores de agroindustria, minería, hidrocarburos por aumento de producción, y de economía del conocimiento.
Pero también habrá castigos: se detectaron unas 13.000 operaciones irregulares sobre o subfacturación en los pedidos de divisas para importaciones. Se abrirá un registro por 60 días para que todos presenten sus comprobantes y reformulen sus solicitudes (“porque pueden haberse equivocado”, ironizó). Quienes no lo hagan o no puedan demostrar para qué usaron los dólares, serán denunciados por lavado en Argentina y también ante la unidad antilavado de EEUU.
Asimismo, se lanzará un nuevo programa de créditos a tasas preferenciales y se pondrá en marcha un sistema de trazabilidad de comercio exterior.
En lo que se refiere al fortalecimiento de las reservas, Massa anticipó que consiguió garantizar que la pesca, el agro, la minería y otros sectores liquiden unos US$ 5.000 millones en los próximos 60 días. Consultado por la prensa, evitó dar detalles y dijo que eso será informado en los próximos días por el Banco Central. Sólo se limitó a contar que se extenderá el período para acceder al “dólar agro”, que vencía el 31 de agosto.
En ese aspecto, resaltó que no será la única fuente de financiamiento: se recibirán US$ 1.200 millones por parte de organismos de crédito internacionales, más otros US$ 750 millones por parte del CAF. Y a eso se suman cuatro ofertas de REPO para la recompra de deuda soberana (tres serían de instituciones financieras y el cuatro, de un grupo soberano, que sería el de Qatar, lo que explica la escala en la inminente gira del ministro).
Para cerrar este tema, contó que tuvo su primera reunión con el FMI y calificó a la charla como “productiva”.
REORDENAR Y AUDITAR LOS PLANES
Finalmente, prometió que todo esto se llevaría cabo con “inclusión”, y para eso enumeró una serie de iniciativas.
En primer término, el 10 de agosto se anunciará el índice de movilidad jubilatoria, con un refuerzo adicional. Segundo, el jueves de la semana próxima se reunirá con las cámaras empresariales y los gremios para “asegurar un mecanismo que permita recuperar ingresos en trabajadores del sector privado, que incluye la mejora de las asignaciones familiares”.
Tercero, tal vez uno de los puntos que promete generar polémica, confirmó que realizará una auditoría sobre todos los planes sociales y efectuará un reordenamiento durante los próximos 12 meses.
Según indicó, los programas deberán estar enfocados a la vuelta al trabajo con un modelo similar al Progresar Trabajo, en el que el Estado paga una parte del sueldo por un año y el empresario cubre la diferencia, en paralelo a la formación.
La auditoría será llevada a cabo por las universidades, y quienes no cumplan con los requisitos recibirá una suspensión, mientras que los datos se cruzarán con los de la Anses.
Y, por último, informó que lanzará el programa Crédito Argentino, que va a unificar todas las políticas de promoción del crédito para los sectores productivos, las pymes y el comercio, con un total de $400.000 millones.
PUNTO Y APARTE
Por otra parte, Massa dio a conocer una serie de puntos adicionales, que e consignan a continuación:
– Licitar el segundo tramo del gasoducto Nestor Kirchner.
– Poner en marcha un programa para formar en los próximos 12 meses a 70.000 nuevos programadores.
– Lanzar un canje voluntario para los vencimientos en pesos de los próximos 90 días, que finalizará el martes que viene, para el cual ya existen compromisos de adhesión de más del 60%.
– Pedir al Congreso el rápido tratamiento de las leyes que benefician en términos impositivos a la construcción, a la bio y nanotecnología, a la agroindustria y a la industria automotriz.
– Convocar a la Mesa de Enlace a un espacio de trabajo “sin condicionamientos previos”.