Este viernes el Indec dará a conocer la inflación del mes de junio, cuyo número adelantado por el Banco Central fue 5.2%. En ese contexto, la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó un informe titulado: «Nuevos pobres, pobres más pobres y más desiguales» en el que puso el foco en la pobreza, la precarización y la desigualdad en los ingresos que atraviesan los argentinos, tomando los datos de la Evolución de la Distribución del Ingreso del INDEC, elaborado a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) correspondiente al primer trimestre de 2024.
EMPOBRECIMIENTO Y DESIGUALDAD EN EL BIENESTAR DE LA POBLACIÓN
El ingreso promedio per cápita del total de la población, llegó a los $233.695 en el primer trimestre de este año mientras que en el trimetre anterior estaba en $255.247 y en $295.128 en 2023.
En promedio, la población perdió cerca de un 20% de poder adquisitivo durante el período primer trimestre del 2023 y el primer trimestre del 2024. En este punto, los ingresos promedio registrados en los sectores más vulnerables fueron los más golpeados.
En el primer trimestre de Milei creció la desigualdad entre ricos y pobres
Tanto entre el primer trimestre de 2024 y el mismo período del año anterior, como entre trimestres sucesivos (cuartoo trimestre del 2023 – primer trimestre 2024) el nivel superior ganó participación en el total de ingresos de la economía y en contraposición, el estrato inferior la perdió.
En promedio, la población perdió aproximadamente un 20% de poder adquisitivo durante el período primer trimestre del año pasado / primer trimestre de este año. Por su parte, entre el cuarto trrimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024 (trimestre con aguinaldo) el ingreso per cápita familiar promedio (a valores constantes) descendió un 8,4%.
EMPOBRECIMIENTO EN EL BIENESTAR DE LOS HOGARES Y SUS FUENTES DE INGRESOS
Los ingresos totales de los hogares tuvieron un achicamiento en términos reales de entre 30% y 15%, según el quintil, en relación al mismo trimestre del año anterior.
Nuevamente se ven pérdidas más relevantes en los núcleos más humildes. En un contexto de alta inflación, los hogares perdieron capacidad de consumo, alejándose, en especial en los estratos más bajos, de los requerimientos básicos para la subsistencia.
EMPOBRECIMIENTO Y DESIGUALDAD EN EL INGRESO DE LOS TRABAJADORES URBANOS
En el período de un año, a nivel general, la capacidad de compra del ingreso medio real de la ocupación principal cayó un 18,5% y la mediana un 26,7%. Estas cifras muestran la mayor pérdida relativa de ingreso de los trabajadores de menor ingreso de la ocupación principal.
Por lo tanto, si bien el conjunto de la fuerza de trabajo perdió ingresos laborales reales entre el primer trimestre de 2023 y el de 2024 (18,5%), debido a que este retroceso fue regresivo, la distribución de los ingresos laborales tuvo una mayor concentración de ingresos entre los ocupados de mayores ingresos.
EMPOBRECIMIENTO Y DESIGUALDAD EN EL INGRESO DE LOS TRABAJADORES ASALARIADOS
Si bien esta pérdida de ingresos reales se ubicó en el 18,5%, para los trabajadores asalariados esta pérdida fue más grande. Entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de este año, la remuneración salarial media pasó de $ 451.888 a $ 361.445 (en pesos del primer trimestre de 2024), lo que es igual a una baja efectiva del 20%.
Al estudiar la evolución de la media de ingresos de los asalariados según quintiles de ocupados ordenados según este mismo ingreso, puede verse una caída general en todos los niveles económicos, pero también con diferencias al interior de la estructura económico-ocupacional. La pérdida aumenta al disminuir el nivel de ingresos de los asalariados.
Como en los ingresos laborales en general, al realizar la comparación entre el cuarto trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, el informe determinó que el «efecto aguinaldo»compensa el impacto negativo y la caída de ingreso es menor y más «igualitaria».
A escala general, la media pasó de $ 429.009 a $ 361.445, en pesos del primer trimestre de 2024, lo que lleva a una pérdida de poder adquisitivo de 15,4%. Esto representó una baja mayor a la obtenida por el total de remuneraciones laborales, que fue del 13,8%.
PRECARIZACIÓN Y DESIGUALDAD DE INGRESOS ENTRE LOS TRABAJADORES ASALARIADOS
Uno de los principales problemas del escenario laboral de nuestro país, que econtró el estudio, fue que en las últimas décadas aumentó la precarización del trabajo asalariado por exclusión al Sistema de Seguridad Social.
Si bien la suba del desempleo perjudicó principalmente a los trabajadores informales, el número de empleo no registrado bajó únicamente y de forma leve entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, pasando del 35,8% al 34,9%.
La incidencia de la no registración laboral está muy vinculada con el nivel de calificación mostrado en los salarios. En el primer trimestre de este año, en el grupo de asalariados del primer quintil (20% de menores ingresos) la precariedad alcanzaba al 80% de los asalariados, mientras que en los del quinto quintil (20% de mayores ingresos) era del 8,5%.