En los últimos años, millones de personas en todo el mundo comenzaron a implementar el uso de criptomonedas como una nueva forma de inversión. Sin embargo, este mundo no quedó excluido de la inseguridad, ya que en lo que va del año los robos de activos digitales crecieron un 60%.
De acuerdo a un informe realizado por la compañía de inteligencia Chainalysis, en los primeros seis meses de 2022 los hackers lograron hacerse de US$ 1.900 millones. Una suma muy superior a los US$ 1.200 millones que se registraron en el mismo período de 2021.
Según el estudio, estos robos se deben principalmente a los protocolos DeFi, una tendencia que comenzó el 2021.Estos, advierten, “son especialmente vulnerables a la piratería, ya que los ciberdelincuentes pueden estudiar hasta la saciedad su código fuente abierto en busca de exploits”.
Si bien los últimos meses fueron complicados para el mundo cripto, debido a las grandes caídas de precios que sufrieron las distintas divisas y la baja en los volúmenes de transacciones, la actividad delictiva “ha sido más resistente”, ya que a rasgos generales bajó un 15% con respecto al 36% de las acciones legítimas.
En ese sentido, Chainalysis mencionó que a diferencia de los robos, otras actividades delictivas mostraron descensos. Entre ellas se encuentran las estafas, que en lo que va del 2022 sumaron US$ 1.600 millones, un 65% menos que en el primer semestre de 2021.
De hecho, la mayor estafa en lo que va 2022 fue por un valor de US$ 267 millones en criptodivisas, mientras que la mayor estafa del año pasado, conocido como el caso Finiko, acumuló un total de US$ 1.100 millones.
“Una razón para esto podría ser que con la caída de los precios de los activos, las estafas de criptomonedas, que generalmente se presentan como oportunidades pasivas de inversión con enormes ganancias prometidas, son menos atractivas para las víctimas potenciales”, señalaron. Además, remarcaron la caída en los usuarios nuevos o inexpertos, lo que hace que el escenario no sea el apto para este tipo de crímenes.