Por Fernando Heredia, de Energía Online
El colapso de los precios internacionales del petróleo no sólo tiene en vilo a la OPEP+ y a las principales firmas exportadoras globales. También representa un duro golpe para Vaca Muerta, las firmas locales y los ingresos por regalías de las provincias productoras.
Durante el primer trimestre del año, los ingresos por ventas externas de crudo de la formación no convencional disminuyeron su velocidad de crecimiento y proyectan un camino lejos de la meta de duplicarse como preveía el gobierno neuquino.
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Según los datos oficiales, la provincia exportó 6,5 millones de barriles en el período enero-marzo por 460 millones de dólares. Se trata de un salto interanual importante del 58% en cantidades, pero de sólo un 23% en valor producto de la caída del 22% de los precios.
De repetirse este resultado el resto de los trimestres del 2023, difícilmente se pueda cumplir el objetivo de llegar a 4.000 millones de dólares como había adelantado el gobernador Omar Gutiérrez.
Si bien el sector apuesta a potenciar sus exportaciones con la rehabilitación del oleoducto trasandino a partir de junio, lo cierto es que, sin una mejora en la cotización del Brent, el sendero se tornará muy cuesta arriba.
El escenario internacional luce muy complicado, con una recesión inminente en los países desarrollados, un frágil desempeño económico de China y un sistema bancario que luce muy débil y genera mucha incertidumbre.
Como explicó EOL, el martes los precios se contrajeron un 5% y este miércoles cayeron otro 4%, a pesar de que la FED subió la tasa de interés sólo en 25 puntos básicos y que los datos de inventarios en Estados Unidos dieron más bajos de lo esperado, lo que presiona los precios al alza.
En ese sentido, el mundo se pregunta si la OPEP todavía tiene margen para recortar su producción y si acaso esta medida volverá a tener el tenue efecto de las últimas ocasiones, donde sólo pudo revertir el sendero por unos pocos días.
“La fuerza de la OPEP en la determinación de precios futuros quedó muy limitada dada la caída de la demanda y la recesión en puerta. Es como querer tapar el sol con la mano. Para colmo, la suba de tasa ratifica que el dólar seguirá siendo la moneda de cambio global”, asegura el analista financiero Francisco Uriburu.
Luego de un 2022 históricamente inflacionario en todo el mundo, el incremento de los costos en dólares para toda la industria petrolera impone un break even mucho más alto que antes de la pandemia. Por ejemplo, de acuerdo a los cálculos del FMI, el presupuesto de Arabia Saudita necesita un barril por encima de los 80 dólares.
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Las petroleras que operan en Argentina sufren el mismo fenómeno con el agregado de verse perjudicadas por una alta imposición de descuentos en el mercado global de hasta 10 dólares por barril y el pago de retenciones del 8%.
Por el lado de las exportaciones gasíferas neuquinas, el primer trimestre del 2023 reportó un total de 630 millones de metros cúbicos que permitieron el ingreso de 186 millones de dólares, un 78% más en cantidades y el triple en su valor, números más alineados con las previsiones de la provincia.
Publicado en cooperación con EnergíaOnline.com.ar
