Un estudio del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), que forma parte de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), cercana al Gobierno, y con el respaldo del Conicet, analizó el avance de los precios en el sector de alimentos en lo que va de abril. Y el panorama no es el más alentador.
Aunque en líneas generales se ve que la inflación pareciera haberse desacelerado y estancado en una meseta alta, los precios de los alimentos sufrieron un nuevo aumento en los últimos 30 días.
De acuerdo al estudio, en lo que va del cuarto mes del año alcanzó el 8,2%. «Si bien se observa una estabilización del ritmo inflacionario en alimentos tras la brusca disparada iniciada en febrero, todavía los indicios de desaceleración son pocos robustos«, afirmó el director del IET, Mariano de Miguel.
Y, en ese sentido, agregó: “El ritmo de la inflación de alimentos en los últimos 30 días parece no dar tregua. Moderar el ritmo inflacionario se consolida como el principal desafío macroeconómico”.
Por su parte, el director del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD), el exministro de Educación de Alberto Fernández, Nicolás Trotta, aseguró: «Hay que dejar en claro que vamos a convivir un extenso tiempo con esta realidad inflacionaria. La política debe agotar los medios para diseñar y formular primero y luego ejecutar un plan integral contra la inflación que no puede tener compartimentos estancos. Debe partir de la base de entender que no pueden usarse anclas que impliquen un deterioro mayor de la realidad socioeconómica«.
Fuente: IET-UMET
Por eso, consideró que “Es evidente que el gobierno debe encontrar una solución gradual, de mediano plazo, que le otorgue tranquilidad a la sociedad”.
Y señaló: “Debe proyectarse previsibilidad en tarifas, en el tipo de cambio, sin pretender ajustar sobre la base de los salarios en una situación social de enorme dificultad. El acuerdo necesario con el FMI, en en este contexto de inflación y de complejidad internacional, muestra que no es un acuerdo carente de costos, y uno de esos costos es que dificulta encontrar las herramientas para enfrentar a la inflación».
EN ALZA
Entre los hitos más destacados del informe, está la leve desaceleración del pan y los cereales, pasando de un 18,2% a un 17,1% hasta el 18 de abril. En tanto, los aceites y grasas cayeron del 5,9% al 4,7%; las infusiones, del 6,7% al 6,2%; y las bebidas alcohólicas, del 6,8% al 4,9%.
Tal vez una de las bajas más importantes haya sido la de las verduras (del 9,1% al 3,2%); y los pescados (del 6,5% al 2,3%).
Pero todo esto no alcanzó para mover la aguja significativamente hacia abajo. Hubo aumentos importantes en otros rubros, como las carnes (+1,1 puntos porcentuales), los lácteos (+0,9 p.p), las frutas (+0,1 p.p), los dulces (+0,7 p.p) y las bebidas sin alcohol (+1,4 p.p).
Así, los alimentos se posicionaron por encima del 8%, lo que parece complicar todavía más el escenario social y eleva las proyecciones anuales de inflación, en contra de las previsiones del propio Martín Guzmán, que había prometido una fuerte desaceleración desde este mes.
