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La revolución del litio: el oro blanco que puede salvar a la Argentina
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La revolución del litio: el oro blanco que puede salvar a la Argentina

El aumento de la demanda mundial de carbonato de litio creció exponencialmente en los últimos años y parece no tener límite. Para qué se usa el mineral, cuál es el impacto social y ambiental de su explotación. ¿Se avecina una escasez de litio?

Un informe revelado por Statista, una plataforma especializada en datos de mercado y consumo, afirma que la demanda de litio alcanzará los 2.1 millones de toneladas para 2030. Muchos especialistas advierten que esta tendencia es impulsada por energías limpias.

En todo el mundo, se espera que la adquisición de vehículos eléctricos se acelere de acuerdo con la demanda de los consumidores y las políticas gubernamentales para combatir los cambios climáticos. Entonces, por ejemplo, el cese de la producción de vehículos nafteros y diésel hacia una transición a la movilidad eléctrica, implica que el litio sea fundamental por ser uno de los componentes clave para producir baterías para autos eléctricos.

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Por su parte, la tecnología también es una piedra angular importante de la energía limpia, pues la economía moderna depende de las computadoras y los teléfonos inteligentes y, cada uno de ellos y cualquier otra batería recargable requiere el uso del recurso escaso del litio.

Lo cierto es que las baterías de litio ganan protagonismo por una buena razón: tienen una mayor densidad de potencia, un menor peso y una mayor duración, se recargan más rápido, no se desgasifican, cuenta con monitoreo integrado y ofrecen un menor costo total de propiedad.

Desde el celular hasta la bicicleta, pasando por algún medicamento y, en un futuro no muy lejano, todos los autos –cada batería recargable usa aproximadamente un 7% de carbonato de litio–, este oro blanco se ha convertido en uno de los minerales más codiciados en el planeta. La buena noticia es que Argentina cuenta con una de las principales reservas mundiales de litio pudiendo sacar provecho de este contexto global.

PROTECCIÓN AMBIENTAL

Si bien la provincia de Jujuy produce carbonato de litio desde 2015, este año proyectan tener una capacidad instalada de 82.500 toneladas. Esta cifra puso en alerta a los sectores que se oponen a la actividad megaminera y que sostienen que extraer este mineral provoca un gran daño ambiental.

litio Jujuy

Para los ambientalistas los principales impactos de la extracción de litio no difieren en gran medida de la de otros minerales: consumo de agua, modificaciones del paisaje, alteración de los flujos naturales de agua subterránea, alteración de zona de mezcla agua dulce-agua salada, contaminación de agua dulce. No obstante, autoridades jujeñas aseguran que el medio ambiente es su patrimonio y que buscan su protección, para ello “estamos mejorando el control y la transparencia de las explotaciones, agilizamos los trámites y la seguridad jurídica y avanzamos en la modernización del Estado”, explica Juan Carlos Abad, de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy.

Desde el punto de vista ambiental, el ministro asegura que toda la actividad minera en la provincia cumple con la normativa provincial de presentar Informes de Impacto Ambiental que son evaluados en conjunto con las comunidades locales, y que actualizados cada dos años. Además, cada tres meses deben hacer monitoreos ambientales participativos donde se muestrean y analizan puntos de control de agua, suelo, aire, flora y fauna.

También vale destacar algunos aspectos sociales positivos de la industria minera del litio. Por ejemplo ambas empresas de producción, tanto Sales de Jujuy como Exar, hoy generan más de 1400 empleados directos (30% de comunidades locales). Favorecen el desarrollo de proveedores de bienes y servicios locales, regionales y nacionales (unos 35.000.000.000 pesos argentinos), además de afianzar y desarrollar actividades productivas locales.

RECURSO LIMITADO

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE) el mundo podría enfrentar escasez de ese mineral para 2025. Este posible escenario obliga a combatir dos frentes en paralelo: por un lado, el desafío del incremento en la demanda y, por el otro, también existe el reto de la concentración de este recurso en pocos lugares.

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Por lo tanto, el reciclaje y la reutilización efectiva de materiales serán esenciales. Las preocupaciones ambientales enfatizan el suministro sostenible de minerales, así como la trazabilidad y transparencia de las cadenas. Si bien el litio vive su momento de esplendor y Argentina concentra el 8% de la producción global de litio en el salar de Olaroz-Cauchari de la provincia de Jujuy, se trata de un recurso natural y limitado que requiere una política seria.

VALOR AGREGADO

Por Juan Carlos Abad

En el proceso de industrialización, ¿existe la posibilidad de lograr una fábrica de baterías de litio en Jujuy?

La cadena de valor del litio comienza con las minas en producción y Jujuy es líder indiscutido en esta etapa de la cadena aguas arriba.

La salmuera debajo del salar no vale nada, sin embargo, haber logrado una inversión de más de 1500 millones de dólares para construir y operar dos minas de litio en Jujuy, junto con el desarrollo de proveedores locales, además de armar el “Hub del litio” en el Parque Industrial de Perico, posiciona a la provincia como un jugador relevante para desarrollar toda la cadena de valor aguas abajo.

Lograr tener una fábrica de baterías de litio es un sueño en el que se trabaja y para el estamos creando el marco propicio para las inversiones, desarrollar el mercado que las consuma, seguir creando proveedores de bienes y servicios que ayuden a mejorar la competitividad y, lograr una ley de electromovilidad que la promueva.

 

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