El precio de la soja subió hoy más de US$24 en el mercado de Chicago y volvió a ubicarse por encima de US$ 512 dólares la tonelada, lo que le permitió cortar una racha negativa de siete jornadas en las que la cotización de la oleaginosa perdió más de US$90.
El maíz y el trigo también acompañaron la tendencia positiva y finalizaron la jornada con alzas de US$ 8,76 y US$ 8,73, respectivamente.
Así, los granos truncaron la racha bajista de las últimas rondas, que se debió fundamentalmente a que una imprevista mejora de las condiciones climáticas ocurrida la semana pasada en los Estados Unidos modificó las previsiones de sequía que complicaban las cosechas.
Al haber un panorama más húmedo para las próximas semanas, los precios de los contratos futuros bajaron porque se proyectó una mayor oferta por la mejora de los rindes productivos.
En lo que fue su caída más drástica de todas las registradas en los últimos días, ayer la soja se derrumbó más de US$43 en Chicago y cerró en US$488,60 la tonelada.
Sin embargo, hoy las previsiones meteorológicas variaron y se espera próximamente un clima moderadamente caluroso acompañado de un menor ritmo de lluvias al que se tenía proyectado, lo que puso en duda las mejoras productivas y repercutió en las cotizaciones de los granos.
De esta manera, el contrato de julio de la oleaginosa avanzó hoy 4,98% (US$ 24,34) hasta los US$ 512,94 la tonelada, mientras que la posición agosto escaló 4,63% (US$ 22,05) para concluir la jornada a US$ 497,88 la tonelada.
En tanto que el maíz creció en su posición más cercana 3,51% (US$ 8,76) y se posicionó en US$ 257,96, y el trigo ganó 3,71%(US$ 8,73) y concluyó la sesión a US$ 243,52.
Pese a los resultados negativos de las últimas jornadas, los precios de los granos prosiguen en valores elevados, con la soja por encima de los US$ 510 por tonelada y el maíz sobre los US$ 255, montos por encima de los registrados entre los años 2015 y principios de 2020.
Puntualmente, en los últimos 365 días la soja pasó de cotizar US$ 320 hasta alcanzar un máximo de US$600 la tonelada.
El rally alcista de la oleaginosa comenzó a partir de fines de agosto del año pasado, impulsado principalmente por la recuperación de la actividad económica global tras el profundo parate que generó el inicio de la pandemia y las estrategias sanitarias para su mitigación.
Entre otras variables, la rápida recuperación de China escaló rápidamente la demanda de la oleaginosa y mantuvo los precios en un alza sostenida.
A nivel local, la baja de la cotización de los granos repercute en el monto total de las exportaciones agroindustriales, con sus consecuentes impactos macro y microeconómico.
En el plano macroeconómico, una caída en las ventas externas traerá una menor recaudación fiscal para el Estado nacional a través del cobro de derechos de exportación.
No obstante, producto de la escalada alcista iniciada en 2020, en los primeros cinco meses de este año el país se aseguró US$ 10 mil millones que no figuraban en las proyecciones de hace un año.
En este sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó días atrás que las exportaciones de los principales productos del sector agroindustrial a los precios vigentes actualmente alcanzarán los US$ 35.058 millones a lo largo del 2021, US$ 1.687 millones menos que lo proyectado en mayo, pero más de US$ 11 mil millones por encima de lo comercializado en todo 2020.
Por sector, las ventas del complejo oleaginoso alcanzarían US$ 22.325 millones, con la harina/pellets de soja como el principal producto de exportación.
“De esta manera, y de mantenerse los precios actuales, el complejo sojero estaría en condiciones de aportar US$ 8.025 millones más que lo ingresado en 2020”, indicó la BCR.
Asimismo, el complejo maíz generaría un ingreso de divisas de US$ 8.423 millones, casi US$ 300 millones menos que lo estimado el mes anterior, consecuencia de la caída en las cotizaciones, pero US$ 2.400 millones más que el año pasado.