El Indec comunicó ayer que la inflación de agosto fue del 7%. Tras conocerse ese número, el economista, Carlos Melconian, dialogó con Cristina Pérez en Radio Rivadavia y afirmó que «berretalandia nunca estuvo en discusión, esto fue así desde el primer día y va a continuar», porque «para salir de berretalandia, hay que ir a un cambio de régimen, de organización económica, un cambio cultural, tomarse las cosas en serio de nuevo, poner un gobierno detrás de un objetivo popular, que es bajar la tasa de inflación«.
En esa línea aseveró que «cuando no te queda ni deuda interna ni deuda externa, la emisión monetaria afecta al pobre«, y afirmó que «los planes platita no reparten, afectan al pobre». Por lo tanto, indicó que «hay que ir saliendo de todo eso e ir entrando en un mundo que tiene problemas, pero que son problemas de otro mundo» y, a modo de ejemplo, precisó que «hoy en el mundo hay problemas de todo tipo: con algún subsidio, de costo de la energía, problemas tributarios, pero no caen en la bajeza de berretalandia. Les llega un aumento de la tasa de inflación a partir de que tienen 4% o 5% anual y van al 8%».
Frente a ese panorama, hizo hincapié en que «hay que dejarle en claro a la sociedad que magia no hay» por lo que «te tenés que hacer cargo de las tarifas, de los planes sociales, del equilibrio del fisco. Te tenés que volver a hacer cargo de la competitividad de la economía».
Por último, al ser consultado sobre a cuánto llegará la inflación a fin de año, aseguró que «va a estar por encima de la prevista en el Presupuesto, que es 60%» y explicó que «depende de lo que sea la política fiscal y monetaria, y por esta última entendemos la inflación«.
En ese sentido, precisó que «en la situación actual, la emisión va a inflación, y si emitís 80, vas a tener inflación de 80″ a la vez que advirtió que «si hacés que no emitís, pero te haces trampa al solitario, desarmando Leliqs, diciendo que colocás deuda pública, después chupando de nuevo Leliqs, todas esas artimañas en las cuales se dan manija frente al espejo y se mienten al solitario, la realidad les entra por un oído y les sale por el otro».
En conclusión, sostuvo que «mientras Argentina no corrija sus precios relativos, no haga un cambio organizacional, no cese en su flujo de déficit fiscal y no genere crecimiento económico, no hay ningún plan de estabilización serio al cual se le puede dar bola»
Por su parte, Florencia Di Prinzio, economista del Cepa, habló con Antonio Fernández Llorente en La990 y remarcó que «el número de inflación está muy por encima de casi todos los relevamientos a los que tuve acceso, y también es superior al de CABA que siempre se anuncia antes y es un parámetro«
Ante ese contexto, subrayó que «a mí me preocupa el tema de los alimentos» y detalló que «los precios internacionales se han retrotraído, están a la baja».
En ese punto, recordó que «en julio la excusa era que se estaban cubriendo ante un costo de reposición que podía ser alto, el aumento del dólar paralelo» y añadió que «en agosto esas excusas para los aumentos quedaron atrás; en el sector alimenticio se empiezan a agotar las razones externas y ya no pueden explicar esta dinámica de remarcación de precios».
Asimismo, recalcó que «el rol de la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Economía debería ser un poco más punitivo» y si bien aclaró que «entiendo que la política es el diálogo» dejó en claro que «si esto no funciona, habrá que ir por una estrategia más agresiva» porque «se debe atender el frente interno».
Por lo tanto, consideró que «el Ministerio debe sentarse a hablar con los distintos sectores de la cadena de valor y conocer sus estructuras de costos, porque estas empresas han tenido ganancias extraordinarias en los últimos tiempos», y es por eso, que aseveró que «el problema es netamente distributivo: el sector productivo crece, pero esto no se ve en los ingresos ni en el poder adquisitivo». Como una solución posible, propuso «establecer techos para los márgenes de ganancia«.
Para finalizar, insistió con que «el problema es el carácter concentrado del mercado: mientras todas las decisiones queden en manos de los mismos empresarios, son problemas que vamos a tener siempre», debido a que «hay una puja por ver quién se queda con el valor del excedente»
