Según un informe del Financial Times, los bancos más poderosos de los EEUU parecen ser hoy los más beneficiados por el colapso del Silicon Valley Bank y Signature Bank, que anunció su cierre el viernes pasado generando pánico en el sistema financiero por temor a una corrida masiva.
Aunque el Gobierno de EEUU decidió intervenir rápidamente y garantizar los depósitos, los ahorristas de pequeños bancos temen que la ola no se haya detenido y han comenzado a migrar sus fondos hacia otras entidades que consideran con mayor soporte.
Según el periódico económico, JPMorgan Chase & Co, Citigroup Inc y Bank of America Corp, entre otros, están recibiendo una andanada de solicitudes por parte de esos asustados clientes y acelerando los procesos de aceptación de esas cuentas para aprovechar el actual caos.
Como resultado de esta incertidumbre, este lunes, en la apertura de los mercados, las acciones de bancos regionales estadounidenses como First Republic Bank, Western Alliance y KeyCorp se desplomaron.
La administración Biden, a través de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), dispuso el salvataje de todos depósitos de hasta US$ 250.000 para frenar una corrida y una crisis social y política, pero las cuentas superiores a esos montos (que representaban el 85%) siguen en peligro.
Pese a esto, las alarmas del sistema financiero en todo el mundo siguen sonando, porque esta crisis se sumó a la preocupación que ya existía por la suba permanente y sin techo de las tasas de interés para controlar la inflación. Una evaluadora de riesgo crediticio de la zona euro elevó sus niveles de temor hasta igualar los de julio de 2022. Se trata del índice de volatilidad VIX, el llamado «termómetro del miedo» de Wall Street.
Y esto a pesar de que, como se señalaba, los grandes bancos subieron sus acciones por la ola de nuevos depósitos provenientes de los jugadores más pequeños. El Citi, Wells Fargo y JP Morgan habían subido entre un 1% y un 3% en la apertura de los mercados.
(Con información de Reuters)
