El Gobierno mando a licitación pública una ostentosa lista de alimentos para ser consumidos en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada pero nadie quiere brindar el servicio.
En abril pasado el Gobierno empezó a buscar proveedores de más de 30 toneladas de todo tipo de carnes. El pedido incluía cortes vacunos como lomo sin cordón, vacío y entraña; y también cortes de cerdo como bondiola, solomillo o matambre. Además de pechuga, el encargo incluía 45 kg de mejillones, abadejo y otras clases de pescados.
La ostentosa “lista del súper” de Alberto Fernández
Sin embargo, la licitación quedó desierta, ya que los únicos dos proveedores que iban a participar no confirmaron las ofertas.
La licitación que quedó desierta.
Desde adentro de la Quinta de Olivos dijeron al diario La Nación: “No te pueden mantener los precios o te ofertan cualquier barbaridad”.
El problema que tiene el Gobierno es que en el pliego exigían algo que casi nadie puede cumplir en la Argentina debido a la inflación: mantener los precios fijos.
La licitación aclaraba: “No se aceptarán ofertas condicionadas a futuros aumentos paritarios o a cualquier otra condición, bajo apercibimiento de desestimar por esa única causal la oferta en cuestión”.
Sin embargo, se informó que por el momento el suministro quedará en manos de un antiguo contratista hasta que, en una próxima licitación, algún proveedor se presente.
