Por Tomás Rodríguez
En un país tradicionalmente centralizado en su capital (Ciudad de Buenos Aires) nadie pensaría que en lugares como Yala, un pueblito de 2000 habitantes en la provincia de Jujuy, una soñadora desarrolló una empresa que utiliza la Big Data (grandes volúmenes de información procesados digitalmente) junto con la Inteligencia Artificial para ayudar a cientos de pymes a mejorar sus ventas en Mercado Libre.
Se trata de Nubimetrics, que da empleo a más de 120 personas y además de pequeñas y medianas empresas tiene clientes como Disney, Goodyear, Dexter, Puma o Frávega. La empresa está cotizada en más de 12 millones de dólares, y en 2022 facturó más de US$ 6 millones. Pamela Scheurer (46), es la creadora de este emprendimiento junto a su pareja, Andrés Jara Werchau.
Todo empezó cuando Pamela, con apenas 9 años, vio por primera vez una computadora en una foto y quedó fascinada. Supo que quería estudiar Ingeniería en computación, pero su padre consideraba que la tecnología “era cosa de hombres”. Cuando terminó la secundaria, su padre se opuso, y al ser menor de edad Panela no podía anotarse en la carrera sin su autorización. “Mi viejo era un tipo súper patriarcal y machista. Me decía: ‘vos sos una chica que fue a colegio de monjas. Y de tu casa te vas con tu marido’”, cuenta Pamela. El deseo del padre era que la hija estudiara contaduría.
Por suerte para ella, su madre pensaba distinto. “Me dijo: ‘como este es tu sueño yo te voy a inscribir en Ingeniería en computación, y que quede entre nosotras. Podes empezar las dos carreras, si vos ves que cuando llegue el momento de cumplir los 18 años te sigue gustando, ahí le decís a tu papá y listo’. Y así fue. Yo ahora lo cuento riéndome, pero cuando mi papá se enteró se armó un lio bárbaro”, cuenta Pamela, con una sonrisa a pesar de todo.
Cuando Pamela estaba en el tercer año de ingeniería en computación, su padre se fundió, y decidió huir del hogar. “No quería que lo señalen por la calle como un fracasado. Creo que se fue a Córdoba, pero perdió contacto con nosotros y nunca más lo vimos”, relata. Quedó viviendo junto a su madre y su hermana (son cuatro hermanos en total) y debió salir a trabajar para sostener su hogar. Fue seleccionada para una pasantía en una empresa de energía, pero debió dejar la universidad, que además era privada (irónicamente, donde estudiaba contaduría era pública y por lo tanto gratuita). Pamela intentó pasarse a una pública para poder continuar con sus estudios, pero no le reconocían ninguna materia: era como empezar de cero.
Luego de trabajar 10 años en la misma empresa, en 2009 Pamela sintió que necesitaba un cambio. Y el cambio vendría con romance bajo el brazo: se reencontró con Andrés Jara Werchau, quien había sido su amor platónico de la secundaria.
“Él había fundado una empresa que era la primera proveedora de Internet de Jujuy y además tenía una empresa de desarrollo de software. Andrés tenía ganas de encarar un proyecto nuevo y yo estaba muy metida en lo que era Big Data. Y pensamos en hacer algo para ayudar a las pymes a tomar decisiones. Así nació Nubimetrics”, cuenta con una sonrisa.
Comenzaron a armar un plan a largo plazo, ahorrando, ajustándose todo lo que podían. Andrés renunció a todos sus trabajos y los dos hicieron un pacto: cuando Andrés encontrara el primer cliente, Pamela también renunciaría. Pero Pamela no perdió el tiempo: con un gran esfuerzo, volvió a la universidad y rindió libre todas las materias que le faltaban en ocho meses, convirtiéndose finalmente de Ingeniera. Luego el cliente apareció: un empresario salteño. Contra todos los que le decían que era una locura, Pamela renunció a su trabajo.
En un mes debían reunirse en Salta con el cliente. En el interín, un amigo de la pareja que vivía en Francia los invitó a pasar 20 días junto a él en el país europeo, con alojamiento y comida pagos, aunque claro que incurrieron en algunos gastos. Y cuando volvieron a Argentina, cuando estaban a punto de tomarse el avión a Salta, sonó el teléfono. Era el cliente, diciéndoles que decidía suspender el proyecto, porque se había dado cuenta de que no estaba en condiciones de afrontarlo.
La situación era crítica. Habían montado una empresa, estaban sin trabajo, con varios gastos hechos durante el viaje y también habían sacado un préstamo bancario. “Pero Andrés me dijo: ‘mirá, yo no voy a volver a pedir trabajo acá. Hay una sola dirección y es hacia adelante, así que vamos’”. Ya no había vuelta atrás. Hipotecaron su casa, alquilaron una pequeña oficina y contrataron al primer empleado.
Poco a poco aparecieron los clientes, al principio empresas chicas. Hasta que en 2013 fue el punto de viraje cuando Mercado Libre abrió su plataforma, permitiendo a los desarrolladores que se conecten a sus datos con el objetivo de que crearan aplicaciones que “empoderaran a los vendedores”. Por medio de una amiga de la pareja que era directora operativa de Fundación Endeavor, Pamela y Andrés accedieron a un evento del cual participaba el CEO de Mercado Libre, Marcos Galperín, a quien abordaron para hablarle de Nubimetrics.
Galperín se mostró interesado ya que su empresa había hecho un acuerdo con la aceleradora de empresas del Grupo Telefónica (Guaira) para seleccionar proyectos para invertir. De 1700 proyectos que se presentaron, Nubimetrics quedó en una terna de cinco compañías, y luego fueron elegidos como la primera empresa en la que invirtió el fondo de Mercado Libre. Y hasta salieron en una noticia del prestigioso medio estadounidense, The New York Times.
En 2014 Nubimetrics llegó a lanzarse en seis países. Hasta ese momento, sólo potenciaban las ventas en web de unos 20 clientes. “No nos daba para atender más. Pero enchufándose a un único repositor de datos como era Mercado Libre, que en ese momento tenía 7 millones de vendedores, el servicio de Nubimetrics se volvió masivo. “Entonces podías hacer un solo trabajo y vender eso como servicio, cobrando una suscripción mensual”, cuenta Pamela.
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Los cambios en el modo de trabajar fueron muchos y no tardaron en llegar. “Empezamos a entender las dinámicas que se dan en el e-commerce, que no es lo mismo que la web de una pyme, es como un shopping en donde hay un montón de locales. Ahora podíamos detectar qué estaba buscando la gente que no estuviera vendiendo nadie. Hasta ese momento Nubimetrics era solo mostrarte métricas de tu negocio. Pero los vendedores que están detrás de Mercado Libre no tienen tiempo de sentarse analizar datos, necesitan recomendaciones, que las hacemos ayudados con inteligencia artificial”, explica Pamela y detalla que en Mercado Libre hay publicados más o menos 400 millones de productos.
“Si lo tuvieras que poner en estanterías, físicamente son más o menos unos 15 estadios Maracaná”, puntualiza.
Gracias a la Big Data, Nubimetrics analiza qué es lo que la gente está buscando. “Lo cruzamos con las ofertas y con las ventas, y con IA, vamos identificando patrones y variables que van teniendo relevancia. Y ahí les decimos: ‘te conviene vender estos productos, a este precio, etc.’”, explica la empresaria. Actualmente Nubimetrics cuenta con clientes en 13 países incluyendo América Latina, Estados Unidos y China, y posee oficinas en Argentina, México y Brasil. La historia de Pamela Scheurer lo prueba: una persona que está determinada a cumplir su sueño no debe ser subestimada.