Como parte de su plan de operaciones, la petrolera estatal brasileña Petrobras anunció este viernes la venta del 100% de su filial en Argentina, Petrobras Operaciones SA.
La decisión, explicó la empresa en un escueto comunicado, busca «optimizar» su cartera de activos, razón por la cual también había anunciado la venta de activos en Colombia, donde tiene más de 120 puntos de venta. Con la salida de Sudamérica y de Londres, generaría un ahorro de US$ 13,5 millones.
En 2016, Petrobras Argentina había vendido parte de sus activos a Pampa Energía, la empresa de Marcelo Mindlin (se quedó con estaciones de servicio, una refinería y otros activos por un total de US$ 890 millones), y en 2020 concretó el cierre de sus oficinas en Buenos Aires, en el marco de la pandemia.
El plan anunciado por la empresa brasileña en ese momento, bajo el Gobierno de Jair Bolsonaro, era concentrar sus mayores esfuerzos dentro de Brasil, especialmente en las áreas cercanas a los estados de Río de Janeiro y San Pablo, mientras que las operaciones en el exterior apuntarían a EEUU, Países Bajos y Singapur.
Hoy, Petrobras Operaciones (la filial argentina) ostenta un 33,6% de participación en el paquete accionario del yacimiento de gas no convencional de Río Neuquén, en la provincia homónima, donde es socia de YPF y Pampa Energía. Según se informó, la venta será inmediata: esperan transferir las operaciones antes del 4 de noviembre, a través de la suiza UBS.
De acuerdo a los expertos, Río Neuquén es uno de los mayores yacimientos de gas no convencional de la Argentina, y está en el top ten de los más grandes de la provincia, sumando todos los combustibles, con el 4% del total provincial (teniendo en cuenta que allí se encuentra Vaca Muerta).
Allí, Petrobras habría logrado implementar 16 pozos con una inversión de US$ 250 millones. Tanto en las formaciones de Punta Rosada como en Lajas se registró en septiembre una producción de 1,52 millones de metros cúbicos de gas natural por día.
De todos modos, el futuro de Petrobras en el país podría estar signado por el resultado de la segunda vuelta electoral en Brasil del 30 de octubre. Mientras que Bolsonaro aboga por una privatización durante un eventual segundo mandato, Lula está proponiendo un plan de inversiones estatal, especialmente en materia de extracción, por lo cual su futuro podría estar nuevamente ligado a su vecino austral.
