La inflación del mes de abril superó las expectativas de todos, alcanzando un 8,4% según el INDEC. Sin embargo, hay un producto que ha tenido un fuerte aumento muy por encima de esta cifra: el vino.
Según un informe realizado por el centro de investigación Vinodata, asociado a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el CONICET, esta bebida tuvo una suba del 21,3% en el último mes.
De esta forma, el Índice de Precio del Vino (IPV) arrojó así una variación del 59,2% desde el comienzo del estudio, cuya serie empezó en octubre de 2022.
Al respecto, advirtieron que esto cambió mucho con lo ocurrido en los meses anteriores, ya que en marzo la suba fue del 1,7% y en febrero del 5,1%. Además, en abril más del 80% de las 4.912 botellas relevadas tuvieron aumentos, mientras que en febrero la cifra fue del 51% y en marzo del 28%.
Foto: Vinodata
¿Qué pudo haber impulsado los incrementos de los vinos en abril? “Un posible patrón estacional en las estrategias de remarcación de precios, o bien una aceleración en el ritmo y/o magnitud de dichas remarcaciones”, mencionaron desde Vinodata.
El informe señala que en abril, el precio de una botella representativa de en el mercado local fue de $1.222, muy por debajo del precio de una botella típica ($3.655) y de una botella promedio ($6.522).
“La diferencia significativa entre el precio de una botella típica y el de una botella promedio sugiere que la distribución de precios tiene un comportamiento asimétrico, con presencia importante de valores extremos que impactan en mayor medida sobre el precio promedio”, explicaron.
Sobre esto, mostraron que “las botellas de menos de $700 registraron un aumento del 53%, mientras que en todos los restantes rangos los aumentos fueron mayores al 60%”. “Esto podría sugerir que, en un contexto de elevada inflación y desaceleración de la actividad económica, las bodegas han preferido concentrar los aumentos en las etiquetas más caras, donde probablemente la demanda sea más inelástica frente a variaciones de precios”, agregaron.
En cuanto a las variaciones por tipo de uva, los vinos que más se incrementaron son los naranjos y los rosados, con un 77% y un 64% respectivamente; mientras que los dulces son los que menos subieron con un 44%.
Si se mide por provincia de origen, Neuquén (68%), Río Negro (63%) y San Juan (62%) son las bebidas que más crecieron. Los originarios de Salta registraron los menores aumentos con un 55%.
Litio, divino tesoro: exportaciones récord, empleo y desarrollo
