El peso argentino se destacó como la moneda más apreciada del mundo en 2024, registrando una suba del 40% en términos reales desde diciembre de 2023.
El dato, proveniente de un análisis de GMA Capital basado en estimaciones del Bank for International Settlements (BIS), sitúa al peso por encima de la lira turca (+16,5%) y otras divisas como la de Malasia, Sudáfrica e India. Sin embargo, el real brasileño, principal socio comercial, mostró la mayor depreciación del año (-12,8%).
El escenario en Brasil también es relevante para Argentina. El real alcanzó un nivel devaluado récord de 6 por dólar tras las medidas de austeridad anunciadas por el ministro de Hacienda, Fernando Haddad. Esta situación generará un contexto con nuevos desafíos para la competitividad comercial bilateral, dado que el país carioca es tanto un gran origen de importaciones como un destino clave de exportaciones argentinas.
El esquema cambiario argentino, caracterizado por controles estrictos y un ritmo de devaluación inferior al índice inflacionario, explica gran parte de la apreciación del peso. Sin embargo, este tipo de cambio real multilateral está en niveles mínimos desde 2015, lo que impacta negativamente en el saldo de la cuenta corriente, que en el tercer trimestre de 2024 acumuló una pérdida de 3.636 millones de dólares.
Otro aumento de la VTV en Provincia y CABA: ¿en qué quedó el proyecto para eliminarla?
Pese a la apreciación, los economistas consideran que la competitividad de Argentina depende de factores más allá del tipo de cambio. Sectores como el agrícola se benefician de la brecha cambiaria actual, incentivando la liquidación de divisas, aunque esta no sea suficiente para equilibrar la cuenta corriente. Por otro lado, se prevé un aumento en la salida de dólares por turismo debido a los niveles favorables para vacacionar en el exterior.
El sector energético emerge como una posible solución a este desequilibrio. Con proyecciones de un superávit energético de 7.400 millones de dólares para 2025, se espera que esta área genere ingresos suficientes para aliviar la presión sobre el mercado cambiario y reducir el déficit externo.
Cómo evalúan los argentinos el primer año de Javier Milei como presidente
En cuanto al costo laboral, los salarios en dólares actuales se mantienen en niveles moderados, cercanos a los registrados entre 2008 y 2009. Esto, junto con iniciativas de desregulación y contención del gasto público, podría permitir que Argentina mantenga un tipo de cambio apreciado sin comprometer su sostenibilidad a largo plazo.