La política cambiaria del Gobierno de Javier Milei enfrenta desafíos clave en el nuevo año. Según los especialistas, la desaceleración del crawling peg dependerá de una combinación de factores económicos que podrían darse al inicio del 2025.
Lucas Carattini, economista, señala que el factor fundamental para pensar en una desaceleración en el nivel del crawling peg es el nivel de inflación: “Probablemente si el dato de inflación sale en dos puntos y medio o menos, veamos un anuncio de desaceleración de la crawling peg”.
Para Carattini, los aumentos de precios están estrechamente vinculados a la devaluación del dólar actual, que se mantiene en un 2%. Esto genera un “piso en el nivel de precios” que, según explica, debe ajustarse para permitir una eventual eliminación del crawling peg y, posteriormente, del cepo cambiario.
Desde su perspectiva, la inflación es un indicador clave para el diseño de estas políticas. “En enero, con el dato de inflación, probablemente veamos esa medida, y junto con esa medida, eventualmente también una reducción de la tasa de interés”, anticipa. Aunque reconoce que las tasas podrían tardar más en ajustarse debido a las metas nominales de base monetaria.
“La tasa de interés se ajusta más por una cuestión de falta de liquidez… si el Gobierno eventualmente mueve esa decisión de la base, te podría repercutir un poco en la tasa de interés, y eventualmente, tomar la decisión de bajar dicha tasa”, explica.
Por su parte, Leo Piazza, asesor financiero de LP Consulting, describe el panorama actual como uno de superávit fiscal y una inflación en desaceleración. “El plan macroeconómico que se viene implementando desde hace mucho tiempo y profundizando cada vez más, es superávit fiscal, tanto primario como financiero. Evidentemente eso implica que se cortó la emisión monetaria y también implica un crawling peg del 2%”, analiza.
El asesor subraya que “hoy la inflación mayorista está corriendo al 1,2%, y la inflación a nivel general ya perforó el piso de los tres puntos” por lo que técnicamente están dadas las condiciones para avanzar en una reducción del ritmo de devaluación.
Piazza también apunta que las condiciones actuales podrían facilitar un ajuste. “Hoy están las condiciones para que el crawling peg se baje, o por lo menos lo iguale a la inflación mayorista, el 1,2, el 1,3, el 1,5”, sostiene. Esto se explica por la combinación de superávit fiscal, ausencia de emisión monetaria y una economía en proceso de desinflación. No obstante, advierte que el levantamiento del cepo sigue ligado a la cantidad de pesos en circulación y por supuesto, con el nivel de las reservas. “El cepo tiene que ver más con la cantidad de pesos que todavía sobran a la economía, porque en la economía todavía hay pesos que están sobrando”, señala.
Carattini también considera las reservas del Banco Central como un factor crucial para estas decisiones. En este sentido, menciona que el levantamiento del cepo estará condicionado a un refuerzo de las reservas. “Eso va a ir más de la mano de una recomposición de reservas, probablemente a costa de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario”.
La desaceleración del crawling peg representa un paso esencial previo a la eliminación del cepo cambiario. Después de la devaluación inicial al comienzo del programa económico, el Gobierno adoptó una política cambiaria rígida, con una actualización mensual del tipo de cambio de un 2%. Aunque esta medida tenía como objetivo estabilizar las expectativas, resultó en un retraso progresivo del tipo de cambio, lo que ahora se vuelve necesario corregir (según piden desde muchos sectores) . En este contexto, el Gobierno se mantiene firme: reducirá el nivel de devaluación del dólar oficial.
Piazza coincide en la importancia de las reservas y el rol del FMI. “Liberar el cepo depende de las reservas que consigan para tener poder de fuego en el Banco Central, que eso está sumamente ligado a un acuerdo de fondos frescos con el Fondo Monetario Internacional”, afirma. Además, resalta que las recientes operaciones de REPO y la baja del riesgo país son señales positivas para el mercado.
Por último, Piazza advierte sobre la necesidad de reformas estructurales para garantizar la estabilidad económica a largo plazo. “El tipo de cambio competitivo o no competitivo tiene que ver con los altos costos internos que Argentina tiene, fundamentalmente los impuestos. Por eso rápidamente Milei tiene que empezar a nivelar la cancha: si yo abro la economía y permito la importación de productos terminados… es una competencia desleal. Ahí van a tener que trabajar con el tema de la reforma impositiva y laboral fuertemente”, enfatiza.
La desaceleración del crawling peg en 2025 no es una decisión aislada, sino el resultado de un complejo entramado de variables económicas. La inflación, las reservas del Banco Central y las reformas estructurales aparecen como los pilares de las próximas etapas del programa económico. Ajustar el crawling peg puede reducir aún más el nivel de inflación, con el sostenimiento del superávit fiscal, la confianza del mercado y el respaldo del FMI, podría generar más confianza y estabilidad en un contexto de transición económica hacia la salida del cepo. El desafío para el gobierno será equilibrar estos factores para avanzar hacia una mayor apertura y sostenibilidad económica.