¿Quién paga el papel higiénico? ¿Y el té? ¿Y el gas, la electricidad y el agua? Mientras el mundo se convulsiona en una crisis y decenas de millones de personas se preparan para trabajar durante largo tiempo desde casa, una pregunta se cierne sobre todos: ¿quién se hará cargo de esos pequeños gastos?
La respuesta, según los holandeses, es el empleador. ¿Cuánto? Unos dos euros (2,40 dólares) por jornada laboral, en promedio.
Eso está destinado a cubrir no solo el café, el té y el papel higiénico que se usan durante las horas de trabajo, sino también el gas, la electricidad y el agua, más los costos de depreciación de un escritorio y una silla, todos los elementos esenciales que uno nunca soñaría pagar al ir a trabajar a una oficina.
«Hemos calculado literalmente cuántas cucharaditas se consumen en un hogar promedio, por lo que a partir de ahí no es tan difícil establecer los costos», dijo Gabrielle Bettonville, de la institución de finanzas familiares NIBUD, que es financiada principalmente por el gobierno e investigó los costos adicionales del trabajo remoto.
El monto está destinado a cubrir no solo el café, el té y el papel higiénico que se usan durante las horas de trabajo, sino todos los elementos esenciales que uno nunca soñaría pagar al ir a trabajar a una oficina.
Tal contabilidad puede parecer algo trivial en un momento en que el mundo se ve abrumado por una pandemia que ocurre una vez en un siglo. Sin embargo, son relevantes ya que los expertos predicen que un legado permanente de la crisis podría ser un profundo declive del trabajo en oficinas.
Las autoridades holandesas ya han comenzado a aplicar la investigación de NIBUD, citando que ofrece a quienes que trabajan desde casa un «bono» COVID-19 de 363 euros este año, a partir de marzo, cuando el país entró en cuarentena.
Claro que los 2 euros diarios son para un trabajador medio con costos medios, pero se pueden ajustar en función de variables como los costos de calefacción y agua de la vivienda, o la calidad de su aislamiento. No cubre nuevos muebles, computadoras, teléfonos u otros equipos que, según NIBUD, los empleados deben recibir de sus empleadores si son necesarios para su trabajo.
DE ESPAÑA A REINO UNIDO
Otros países también están tomando medidas para adaptarse a la nueva realidad del trabajo desde casa, conscientes de que muchos empleados tendrán pocas ganas de regresar a la oficina a tiempo completo, incluso una vez que la pandemia haya pasado.
España ha obligado a los empleadores a pagar por los equipos de oficina para trabajar en casa y su mantenimiento; Alemania está debatiendo un proyecto de ley que consagra los derechos de los trabajadores remotos.
Francia ha aprobado una ley que los protege de los correos electrónicos enviados fuera del horario laboral; mientras que Reino Unido ha insinuado que podría relajar las normas sobre deducciones de impuestos para equipos de trabajo comprados durante la pandemia.
Pero pocos países han profundizado tanto en los detalles como los holandeses.
«El gobierno ha dado un buen ejemplo aquí», dijo José Kager de FNV, el sindicato laboral más grande del país, que quiere que todos los trabajadores home office reciban una compensación de acuerdo con las líneas establecidas por NIBUD. «Estamos hablando de costos estructurales y continuos de trabajar desde casa», agregó.
Sin embargo, los empleadores argumentan que los pagos adicionales tienen poco sentido en un momento en que la crisis del coronavirus ha hundido la economía.
El portavoz de la asociación de empleadores holandeses AWVN, Jannes van der Velde, dijo que los cálculos del NIBUD no reflejaban todos los beneficios que disfrutan quienes trabajan desde su domicilio.
«Este llamado de los sindicatos para que todos obtengan una compensación porque la gente ahora está haciendo su propio café en casa; se podría observar que los trabajadores también obtienen mucho tiempo libre a cambio», dijo, citando un ahorro de tiempo promedio de una hora diaria en los viajes a la oficina.
En la Argentina, en agosto se promulgó la Ley de Teletrabajo que contempla estos aspectos, desde gastos hasta horarios de trabajo.
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