La Cámara de Diputados ratificó el veto a la reforma jubilatoria, impulsado por el presidente, Javier Milei. ¿Cómo quedan las jubilaciones luego de no haber aprobado este aumento? ¿Hay alguna acción que el Congreso pueda hacer en materia legislativa? ¿Cuál es la situación económica de un jubilado en la actualidad?
Para poder responder todas estas preguntas y otras más, Newsweek Argentina conversó con Nicolás Machuca, periodista especializado en previsional de Alpha Media, quien explicó en detalle el panorama que afrontan las personas de la tercera edad.
«EL CONGRESO PUEDE PRESENTAR NUEVOS PROYECTOS»
Acerca del rol del Congreso tras el apoyo al veto, explicó que «la medida ya es inamovible porque el veto quedó firme, no hay posibilidad de que se pueda anular».
Pero agregó que «lo que pueden hacer diputados y senadores de ahora en adelante es presentar nuevos proyectos».
«De hecho en algún momento de la semana pasada, lo que el Gobierno buscaba como alianza en los distintos bloques, tomó fuerza en su momento y se vuelve a presentar a través del PRO, es el proyecto de movilidad jubilatoria de María Eugenia Vidal», indicó.
Y detalló que «era prácticamente el mismo, pero con una diferencia que al Gobierno le gustaba: esa compensación del 8.1% retroactiva desde abril para acá, con la movilidad que se aprobó y que luego se vetó era pagarlo todo junto y con el proyecto de Vidal era pagarlo en 12 cuotas».
«Ese proyecto como otros, puede pasar en Diputados que se vuelvan a presentar nuevos», señaló y añadió: «De ahí en adelante, volver atrás en el tiempo, es como volver a marzo o abril cuando comenzaban a presentarse los proyectos».
«Es la única posibilidad, si el Congreso quiere modificar la ley», remarcó.
«SI LA INFLACIÓN BAJA, LAS JUBILACIONES TENDRÁN ACTUALIZACIONES MÁS BAJAS»
Sobre los aumentos, puntualizó que «van a seguir igual que como estaban con la movilidad actual de Javier Milei», es decir, «indexación por inflación de manera mensual».
Aquí recalcó que «es el único techo que tienen las jubilaciones para ir aumentado mes a mes» y puso el foco en que «el problema pasa en que la inflación quedó estancada en un 4% hace tres meses».
Por lo tanto, advirtió: «Si la inflación va en baja, las jubilaciones tendrán actualizaciones más bajas» y esto significa que «el techo va a tener una menor altura».
«Por eso, se especulaba con la fórmula de movilidad que fue vetada, que en marzo de cada año se haga una evaluación anual de cuánto crecieron los salarios, cuánto creció la inflación y el mayor porcentaje dar la mitad en aumento a los jubilados», especificó.
«Y así que de alguna manera, el crecimiento económico vaya de la mano para aumentar jubilaciones», resaltó pero dejó en claro que «va a seguir todo igual».
«De hecho para octubre, las jubilaciones van a estar en 4,2%, un aumento de casi 10.000 pesos de un mes al otro, adelantó.
«LA JUBILACIÓN VA A SER DE $314.000»
Acerca de qué hubiese pasado si se hubiese aprobado la reforma jubilatoria, colocó el acento en que «son los dos componentes principales a la hora de inyectar el haber jubilatorio», debido a que, «todas las jubilaciones hubiesen subido un 8,1% de manera rectroactiva desde abril hasta la fecha que se sancione la ley».
«Sumarle al haber mínimo el piso de un poquito más del valor de la canasta básica por individuo que publica INDEC mensualmente», señaló y precisó que «todos esos componentes hubiesen dado una jubilación mínima con un piso de aproximadamente $330.000, $340.000».
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«Son montos mucho más altos que el de ahora», enfatizó y marcó: «Ahora en octubre con el 4,2% de agosto de la inflación de Indec, si persiste el bono de $70.000 que es lo más probable congelado desde marzo, la jubilación va a ser de $314.000″.
«Una diferencia de entre $40.000 y $50.000, que hoy al jubilado le representa poder comprarse los medicamentos cardiovasculares», resaltó.
«SE NECESITARÍAN CUATRO JUBILADOS PARA MANTENER UNO»
En referencia a la situación económica de las personas mayores, puso el foco en que «la canasta básica de los jubilados no se mide de manera correcta: solamente se publica en la ciudad de Buenos Aires dos veces por año, cuando debería tener una mayor actualización, pero el Indec no lo hace».
«Además se mide ciudad de Buenos Aires y parte del Conurbano», agregó al tiempo que indicó que «hay algunas provincias que miden de manera mensual, pero son diferentes».
«En lo que es ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires la última que se publicó fue en marzo y dio $685.000″, puntualizó y anticipó que «la próxima se publicará a principios de octubre y la canasta se iría a $900.000, quizás más».
Por lo tanto, «con la jubilación mínima sin el bono, se necesitarían casi cuatro jubilados para mantener uno».
Ante este escenario, Machuca expresó: «Yo estoy de acuerdo con la causa noble de generar una mejora en las jubilaciones después de mucho tiempo» y aclaró: «Para mí esto no arrancó hace nueve meses, arrancó hace 20 años».
En ese punto, recordó: «Cuando se disolvieron las AFJP ahí comenzó el problema», afirmó y agregó: «Cuando en el 2010 Cristina Kirchner vetó el 82% móvil, como piso para todas las jubilaciones, ahí también fue un problema».
Un solo diputado del PRO votó contra el veto a la reforma jubilatoria: sus razones
«Ahora con la reforma jubilatoria que es claramente mejor que la actual, es más sostenible, argumenta crecimiento económico, sigue tomando en cuenta la inflación y además se paga lo pendiente de las inflaciones a enero del 20% y pico», detalló.
«Lo que pasa es que el Gobierno dice que no tiene el dinero para pagarlo, quizás faltó consenso de ambos lados y acordar por ejemplo, que en vez de pagar un 8% de un mes a otro retroactivo de cuatro meses, dividirlo y abonar, un 4% ahora y otro 4% el año que viene».
«Acordar para por parte del Gobierno no gastar tanto, pero dar lo que se está pidiendo», subrayó.
En consecuencia, manifestó: «Creo que faltó tanto del Gobierno como de la oposición un poco más de empatía y más análisis de la economía de los jubilados».
«Noté mucho desconocimiento de la política», recalcó.
«LA MEJOR FÓRMULA JUBILATORIA SERÍA LA DE MACRI»
Ya hacia el final, sostuvo: «Para mí la mejor fórmula jubilatoria sería la del Gobierno de Mauricio Macri que contemplaba el 70% de inflación y el 30%, evolución salarial».
Y añadió: «Era cada tres meses, entonces daba tiempo de dar un mayor aumento. Además contemplaba el 82% móvil».
«Pero en Argentina siempre que se cambiaron las reformas previsionales se hicieron en el momento equivocado», aseveró.
Y recordó: «Cuando Alberto Fernández en el 2020, la movilidad jubilatoria no contemplaba inflación, los jubilados perdieron un montón».
«En Argentina en los últimos siete años se cambiaron cuatro movilidades», puntualizó y sumó: «Con esta que se vetó, iba a ser la quinta en siete años».
«Por lo tanto, algo que no es sostenible, cambios permanentes no son positivos para el futuro», aseguró.
Sin dejar lugar a dudas, afirmó que «el sistema previsional tiene una injusticia muy vieja pero que nunca se jubila: la injusticia económica, la injusticia de cómo la política actúa y la injusticia de parte de la sociedad».
Y focalizó: «La historia marca que las últimas reformas previsionales se utilizaron para generar incidentes y desestabilización social. Así nunca se soluciona nada».
Para cerrar, hizo hincapié en que «las jubilaciones que no cobran bono le ganan a la inflación» pero «no se sienten en consumo», debido a que, «son jubilaciones muy rezagadas».
No obstante, «los ingresos más bajos que cobran bonos, pierden contra la inflación» y la razón, según sostuvo, «es que el bono se convirtió en un enemigo del haber jubilatorio».
«El bono se viene pagando hace dos años consecutivos, nunca se contempló en la movilidad, no se suman los aguinaldos», señaló y añadió: «El bono llegó para compensar, pero al estar frizado hace más de seis meses, termina lastimando al haber».
«Por eso, cuando los salarios aumentan por el índice de inflación, 4,2% en octubre, en el poder adquisitivo real que cobran bono no van a aumentar 4.2%, va a aumentar alrededor de un 3%».
