Wall Street llevó a cabo críticas puntuales al programa económico de Javier Milei: puso el foco en las reservas, el peso y el dólar.
Barclays, el banco de inversión con sede en Londres y presencia en Estados Unidos, sostuvo: «Las autoridades están entrampadas en el crawling (ritmo de devaluación del peso) del 2% hasta diseñar la transición a un nuevo régimen» y agregó que «mientras tanto, la apreciación real del peso debilita el tipo de cambio ya que como un ancla inflacionaria se traslada en una baja acumulación de reservas».
«El fuerte aumento de la apreciación del tipo de cambio real en el año es una importante vulnerabilidad del programa económico de Milei», marcó.
Bajo un informe titulado: «Momento para un chequeo», la entidad financiera explicó: «En el pico de la temporada de exportaciones, el Banco Central apenas pudo acumular reservas, ya que la acumulación en el año fue en su mayoría por la nueva deuda acumulada con importadores».
Y planteó: «¿Qué salió mal? La combinación del 2% de suba del dólar oficial y la alta inflación erosionaron los beneficios iniciales de la devaluación».
Acorde con el estudio, las tasas reales negativas hicieron que los exportadores y productores retuvieran la soja, financiándose por debajo de la inflación. Por lo tanto, hasta que la gestión actual resuelva el problema de la apreciación del peso, el banco proyectó un crecimiento de reservas «escaso». Además adelantó que la Argentina enfrentará desafíos en 2025 para pagar la deuda en dólares y no descartó una posible reestructuración «voluntaria».
A su vez advirtió que el ancla cambiaria se encuentra «en problemas». Si bien el gobierno se comprometió a bajar la inflación postergando aumentos de precios regulados (como transporte y energía) y la recesión «puso un techo a los salarios», el incremento contenido del dólar continúa siendo un ancla importante».
La inflación disminuyó, pero las expectativas de consenso siguen siendo de un 5-6% m/m en el segundo semestre», precisó.
La deuda en pesos es otro de los problemas que de a poco «pasa a primer plano». Hace una semana, Milei ratificó que las dos problemáticas centrales para terminar con el cepo son los pasivos remunerados y el stock de puts de deuda nueva, un seguro de liquidez para los bancos. En ese trayecto, comenzó el traspaso de deuda del Banco Central (pases a 1 día) a bonos del Tesoro a través de un aumento de tasas de este último.
Pero para Wall Sreet estas medidas tienen efectos colaterales. «Es más, cuando los controles cambiarios terminen, el incremento de la deuda de corto plazo va a crear nuevas vulnerabilidades financieras», alertó.
En lo que queda del 2024, el Gobierno tendrá que abonar $35 millones en las licitaciones de deuda en pesos. «Asumiendo que los controles son levantados, con una inestabilidad nominal alta hoy, una baja renovación de vencimientos afectaría a los mercados globales porque implicaría un menor financiamiento y porque los inversores locales podrían aumentar demanda por reservas (salida de capitales)», afirmó.
Como último punto, el banco aseveró que Milei dificultades para resultados fiscales «permanentes», luego de que el Senado no apoyara el paquete fiscal, que incrementaría la recaudación en alrededor del 0,4% anual del PBI. A si mismo, Diputados aprobó una suba en las jubilaciones con un impacto fiscal parecido. En consecuencia, Barclays sugirió a sus inversores pasarse de bonos argentinos al 2030 a los de Ecuador al 2030 y a títulos locales con vencimiento en 2041.