El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, había anticipado antes de asumir su cargo que la economía nacional verificaba un retraso cambiario del orden del 30% y proponía llevar adelante una devaluación del orden del 50%. Apenas fue designado, corrieron rumores de una inminente depreciación del peso, que debió salir a desmentir.
Sin embargo, un estudio parece refutar el diagnóstico del funcionario. El Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano asegura que durante julio el tipo de cambio real retrocedió un 3,4% en comparación con junio. Inclusive, sostiene, significa una baja de un 3,8% con relación al mismo mes de 2021.
Al respecto, su director, Víctor Beker, explicó: “El resultado es atribuible a la combinación de un pico inflacionario en la Argentina y un retroceso en la inflación estadounidense”.
Y agrega: “Sin embargo, el nivel alcanzado por el tipo de cambio real lo ubica tan sólo 1% por debajo del registrado en diciembre de 2015, cuando se levantara el anterior cepo cambiario y se liberara el mercado de cambios”.
(Fuente: CENE)
Según la entidad universitaria, el tipo de cambio real se estima tomando como base el valor del dólar en diciembre de 2015, y se calcula su evolución hasta el presente, agregándole la inflación en los EEUU, medida por el índice de precios de bienes al productor; finalmente se divide por la evolución del Índice de Precios al Consumidor para el rubro Servicios. Esto se realiza de este modo porque “mientras la inflación estadounidense mide la pérdida de poder adquisitivo del dólar, la inflación local de los servicios aproxima la pérdida de valor del peso en términos de los bienes no comercializables”.
Finalmente, a modo de conclusión, Beker, señaló: “No parece ser para nada una señal de atraso cambiario del orden del 30%, como estimara el actual viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, antes de asumir su cargo, a fin de proponer una devaluación del 50%”.
