Un reciente estudio realizado por el Departamento de Opiniones Públicas de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) ofrece un panorama sobre las intenciones y posibilidades de los argentinos para las vacaciones de 2025.
El informe revela una realidad dividida: mientras que la mitad de la población no contempla viajar debido a dificultades económicas, entre quienes sí planean salir, el destino favorito sigue siendo la costa atlántica.
De acuerdo con el licenciado Daniel Vázquez, jefe de Prensa de la UAI, el 50% de los encuestados afirmó que no tendrá vacaciones, y un 60% de este grupo atribuye su decisión a la falta de recursos. Sin embargo, el relevamiento también destaca que los argentinos valoran enormemente este periodo de descanso, financiándolo mayormente con ahorros.
Un 10% de los encuestados afirmó recurrir a préstamos de entidades financieras para tener las esperadas vacaciones.
Destinos locales e internacionales
En conversación con medios, Vázquez indica que el 60% de quienes vacacionarán lo hará en territorio argentino, con un 56% eligiendo a la costa atlántica como su destino principal.
Entre los destinos internacionales, Brasil muestra un notable crecimiento en interés, pasando del 27% al 48,9% en comparación con 2024, favorecido por la devaluación del real y un tipo de cambio «barato».
Uruguay también se mantiene como un destino relevante, atrayendo al 14,2% de los viajeros.
En cuanto a las opciones de alojamiento, tres de cada diez encuestados prefieren hospedarse en casas alquiladas, mientras que los departamentos ocupan el segundo lugar con un 24,2%. Esta tendencia responde a una estrategia destinada a reducir costos, especialmente en alimentación, evitando hoteles y hostels tradicionales.
Tiempo de descanso y transporte
El 27,3% de quienes planean viajar lo hará por 15 días, seguido de un 23,5% que se inclina por 10 días. Además, un 53,8% de las personas encuestadas vacacionará en familia.
El auto se consolida como el medio de transporte más elegido, con un 57,8% de los encuestados optando por él, seguido por el avión con un 24,7%. Esto refleja una tendencia hacia la comodidad y la flexibilidad que ofrece el transporte terrestre, aunque el transporte aéreo mantiene su relevancia para viajes internacionales o destinos más lejanos.
Financiamiento y expectativas
En cuanto a las estrategias de financiamiento, el 45,9% de los encuestados utilizará sus ahorros para costear las vacaciones.
Además, el 53,9% prevé gastar más que en el verano anterior, aunque esta cifra representa una disminución con respecto al año pasado, cuando el porcentaje alcanzaba el 71,7%.
Desafíos y perspectivas
El informe también subraya los principales temores de los viajeros: el mal clima y los altos costos son las preocupaciones predominantes para quienes planean vacacionar. A pesar de ello, la encuesta refleja un interés sostenido en tomarse un descanso, adaptando las decisiones a la situación económica actual.
En síntesis, el panorama vacacional para 2025 presenta un equilibrio entre las restricciones financieras y el deseo de disfrutar de unos días de descanso. La costa atlántica sigue liderando las preferencias, mientras que destinos internacionales como Brasil y Uruguay ganan terreno. Sin embargo, las dificultades económicas siguen siendo un obstáculo significativo para muchos argentinos.
Desde el sector turístico local, se muestran muy preocupados respecto del impacto que podría tener el «dólar barato para el exterior» en los números finales de la temporada. En este contexto, el Observatorio Turístico del Emprotur y la Universidad Nacional de Río Negro realizaron un estudio comparativo entre ciudades de Argentina y Brasil para comparar que resulta menos costoso a la hora de vacacionar.
La conclusión a la que llegan es que a pesar del atraso cambiario, algunos destinos locales (como Bariloche), pueden presentar algunas opciones más convenientes al bolsillo que Brasil e incluso algunas propuestas de la Provincia de Buenos Aires.
Mas allá de la comparación, el sector ha expresado su preocupación al Ejecutivo y le han solicitado la reducción de las cargas tributarias y los costos operativos a fin poder reducir precios y ser más competitivos en comparación con los países vecinos.