La guerra comercial entre Estados Unidos y China tuvo una nueva escalada. Este viernes, el Gobierno de Xi Jinping anunció que aumentará los aranceles a las importaciones estadounidenses al 125%.
La medida fue confirmada por el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino en respuesta a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de incrementar los aranceles al gigante asiático al 145%.
Desde Beijing, señalaron que “la imposición por parte de Estados Unidos de aranceles anormalmente altos a China viola gravemente las reglas del comercio internacional y va en contra de las leyes económicas básicas y del sentido común”. “Se trata de una práctica totalmente unilateral de intimidación y coerción”, argumentaron.
En este contexto, advirtieron que aplicarán “medidas arancelarias anedicionales” a las importaciones desde los Estados Unidos con una suba del 84% al 125%, que entrará en vigencia desde el próximo sábado 12 de abril.
“Dado que con el nivel arancelario actual no hay posibilidad de aceptación en el mercado de los bienes estadounidenses exportados a China, China lo ignorará si Estados Unidos continúa imponiendo aranceles a los bienes chinos exportados a ese país”, remarcaron.
China es el único país que Trump dejó afuera de la pausa de 90 días en los aranceles recíprocos, debido a que el país asiático tomó represalias a sus impuestos, algo que el repúblicano consideró como una “falta de respeto a los mercados”.
Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, dijo en conferencia de prensa que China “no quiere luchar” contra Estados Unidos, pero que “tampoco le tiene miedo”.
“Estamos tomando contramedidas contra la conducta intimidatoria de Estados Unidos no sólo para salvaguardar nuestros propios derechos e intereses legítimos, sino también para defender las reglas y el orden internacionales, salvaguardar los intereses comunes de todos los países del mundo y defender la equidad y la justicia internacionales”, explicó.
El portavoz lamentó que “no hay ganadores en una guerra arancelaria o en una guerra comercial”, y apuntó que Trump debe “dejar de ejercer una presión extrema y actuar imprudentemente”.
En ese sentido, el portavoz resaltó que “todo diálogo debe basarse en la igualdad, el respeto y la reciprocidad”. Sin embargo, afirmó que “si Estados Unidos insiste en lanzar una guerra arancelaria o una guerra comercial, China luchará hasta el final”.