YPF publicó el estado de resultados del tercer trimestre del año, que muestra una ganancia de 678 millones de dólares para de este modo acumular un saldo positivo de 1.724 millones en lo que va del 2022.
Se trata de un cambio radical respecto a un 2019 y un 2020 donde, entre ambos períodos, sumó un rojo de 1.786 millones, y un 2021 donde apenas registró un resultado neto favorable de 34 millones.
En este caso, el período julio-septiembre tuvo ingresos que ascendieron a USD 5.179 millones, representando un aumento del 43% contra el mismo trimestre del año anterior. “En términos secuenciales, el crecimiento se debió principalmente a los mayores precios de gasoil y gas natural y los mayores volúmenes despachados de nafta, gas natural y jet fuel (combustible para aviones)” justificaron desde la compañía.
Por su parte, la producción total de hidrocarburos se mantuvo estable en comparación con el trimestre anterior en un promedió 504 Kboe/d, creciendo un 1,8% de forma interanual. En el trazo fino, se observa un panorama mucho más favorable en la ventana del petróleo que la del gas.
La producción de crudo aumentó un 7,3% en relación al 2021, traccionada por un salto del 47,8% en el shale oil que logró compensar cómodamente el desplome del 5,9% de la producción convencional, que cada vez representa una menor proporción.
En cambio, en el gas natural, el no convencional no logró contener la caída de los convencionales. En parte, porque el shale tuvo un crecimiento que llegó a menos de la mitad que en el petróleo con un 22,2%. Por otro lado, porque la caída de la producción de gas convencional perforó los dos dígitos para llegar al 11,2%. Y finalmente, porque parte del no convencional es explicado por el tight gas, un tipo de producción que fue protagonista en los primeros años de Vaca Muerta, pero que ahora está cayendo a una tasa superior al 20%.
De todos modos, los ingresos de crudo se expandieron un 14,5% t/t, principalmente debido al incremento del 10,5% en los volúmenes vendidos, mientras que los ingresos de gas natural aumentaron un 16,2% t/t producto de un aumento estacional en los precios de venta del 13,1%, junto a un incremento de 2,8% en los volúmenes vendidos.
Por el lado del Downstream, las ventas domésticas de combustibles del tercer trimestre del año resultaron un 11% superiores al año anterior y creciendo 1,7% t/t, resultando en un nuevo récord trimestral en la venta local de gasoil.
El lado negativo del balance fue el impacto que empieza a tener la inflación y la mayor devaluación del peso en los costos operativos de la empresa, que aumentaron un 6,4% respecto al trimestre previo.
“En materia financiera, el flujo de caja libre fue positivo por décimo trimestre consecutivo en 262 millones de dólares, acumulando en los primeros nueve meses del año un flujo neto positivo de casi 1.000 millones de dólares. Esto permitió disminuir una vez más la deuda neta de la compañía a un nivel de 5.655 millones de dólares. El ratio de endeudamiento neto se ubicó por debajo de 1,2 veces en relación con el EBITDA ajustado, el nivel más bajo de los últimos 7 años”, detallaron.
Publicado en cooperación con EnergíaOnline.com.ar