Las personas que padecen demencia rebasan actualmente los 55 millones en el mundo, pero la cifra va en aumento y se estima que llegará a 78 millones en 2030 y a 139 millones en 2050. El padecimiento afecta al 8,1 por ciento de las mujeres y al 5,4 por ciento de los hombres mayores de 65 años, indica el más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El organismo de salud alertó sobre la falta generalizada de apoyo a las personas con demencia y a sus familiares, pese a tratarse de un problema sanitario sin respuesta en el 75 por ciento de los países.
La OMS indica que sólo una cuarta parte de los países cuenta con políticas, estrategias o planes nacionales de atención para estos pacientes y sus familias, detalla que la mitad de esas naciones está en Europa, pero aclara que en la mayoría de los casos, los planes están por expirar o ya lo han hecho, por lo que insta a los gobiernos a renovar el compromiso con las personas que sufren esa enfermedad mental.
El director general de la agencia de la ONU señaló que la demencia roba a millones de personas sus recuerdos, su independencia y su dignidad, además de que las arrebata de sus seres queridos. “El mundo está fallando a las personas con demencia, y eso nos perjudica a todos”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Añadió que hace cuatro años los gobiernos acordaron una serie de metas claras para mejorar la atención del padecimiento. “Pero las metas por sí solas no son suficientes. Necesitamos una acción concertada para garantizar que todas las personas con demencia puedan vivir con el apoyo y la dignidad que merecen”, recalcó.
La demencia afecta la memoria y otras funciones cognitivas, así como a la capacidad de realizar tareas cotidianas. Entre sus causas destacan enfermedades y lesiones diversas que dañan al cerebro, como el Alzheimer o la apoplejía. “El padecimiento conlleva una discapacidad cuyo costo mundial ascendió a 1,3 billones de dólares en 2019 y alcanzaría hasta 2,8 billones para 2030 de acuerdo con las previsiones que toman en cuenta el aumento de los costos de la atención”.
La OMS subraya en el estudio la necesidad imperiosa de reforzar los servicios de atención a las personas con demencia y a quienes las cuidan.
Esos servicios deben incluir atención primaria de salud, atención especializada, servicios comunitarios, rehabilitación, cuidados de larga duración y cuidados paliativos.
El informe indica que el nivel de prestación de servicios es mayor en los países de renta alta que en los de ingresos bajos y medios. La medicación para la demencia, los productos de higiene, las tecnologías de asistencia y las adaptaciones domésticas también son más accesibles en los países de ingresos altos.
El informe explica que la investigación y el desarrollo de tratamientos para la demencia son muy costosos, por lo que el problema de salud pública se ha dejado de lado por mucho tiempo.
No obstante, señala que los países de renta alta como Canadá, el Reino Unido y Estados Unidos incrementaron recientemente su financiamiento, lo que suscita cierta esperanza.
La Organización Mundial de la Salud afirmó que “el éxito de las nuevas investigaciones dependerá en gran parte de que haya una buena coordinación y una dirección definida y clara. Por ello, la agencia trabaja en el desarrollo de un mecanismo de coordinación global que dé estructura a los diferentes esfuerzos de investigación y estimule las nuevas iniciativas”.
Para finalizar, la OMS pidió a los investigadores que incluyan en sus estudios a las personas con demencia y a sus familiares ya que hasta ahora rara vez se les involucra. N Con información de ONU