El 6 de noviembre se pondrá en marcha la COP 27, la edición 2022 de la cumbre global sobre cambio climático de las Naciones Unidas, que este año tendrá a Egipto como sede. Y, en ese marco, se produjo un nuevo ataque de activistas contra un famoso cuadro en un museo.
Hace dos semanas, dos jóvenes de 20 y 21 años que luchan contra el cambio climático tiraron sopa de tomate sobre “Los girasoles”, la obra de Vicent Van Gogh, que se encuentra en la National Gallery de Londres. Como la pintura estaba recubierta por un cristal, no sufrió ningún daño.
Ambos pertenecían a Just Stop Oil, una organización de las más duras del espectro ambientalista, quienes reclamaban al entonces Gobierno británico, en ese entonces todavía bajo el mando de Liz Truss, poner fin a cualquier iniciativa petrolera o gasística contaminante. Vale recordar que Truss impulsó en el Parlamento el reinicio de la práctica de fracking en la extracción de petróleo y gas.
Tres meses antes, integrantes de la misma organización habían pegado papel sobre “El carro de heno”, de John Constable, en la misma galería. “¿Vale más el arte que la vida? ¿Más que comida? ¿Más que justicia? ¿Están más preocupados por la protección de una pintura que por la del planeta?”, planteó la organización en sus redes sociales.
Esta misma semana, otros dos activistas, esta vez de la organización contra el cambio climático “Letzte Generation” (“Última generación”) arrojaron puré de papas contra un cuadro de Claude Monet, en el Museo Berberini, de Potsdam, en Alemania.
Este jueves, la emisora holandesa NOS informó de un nuevo ataque en los Países Bajos. Tres personas fueron arrestadas por la policía luego de atacar el famoso cuadro «La joven de la perla», Johannes Vermeer, en un museo de La Haya.
Por el momento no se proporcionaron mayores detalles respecto al ataque, ni sobre el estado de la obra en cuestión. Asimismo, ninguna organización de adjudicó el hecho.