El domingo 30 de octubre se llevará a cabo la segunda vuelta electoral en Brasil, y los dos candidatos, Luiz Inácio Lula Da Silva y Jair Bolsonaro, inician la última semana de una campaña teñida por la violencia política y una grieta que divide a la sociedad.
En ese marco, esas divisiones han llegado a la propia Selección Nacional. La principal figura del conjunto “veredeamarelo”, Neymar, ya ha dejado en claro en varias oportunidades su apoyo a Bolsonaro: primero con un video agradeciendo su presencia en una fundación del jugador en Santos; luego con otro video bailando la canción de campaña del mandatario; y este sábado, participó en un vivo online garantizándole su apoyo y hasta prometiéndole dedicarle el primer gol en el Mundial.
Allí, Neymar aseveró que comparte “los mismos valores” que Bolsonaro y fue todavía más allá respecto a Qatar 2022: se comprometió con el presidente a ganar el preciado hexacampeonato.
La semana anterior, Lula había expresado en una entrevista por streaming que Neymar le tenía “miedo” y denunció que el apoyo del deportista es producto de un acuerdo económico en el que Bolsonaro le habría perdonado una millonaria deuda con el fisco. Según el líder del PT, temía que un triunfo suyo desnudara esa maniobra.
Pero Neymar explicó que su apoyo se debe a “retribuir” el acompañamiento que le dio Bolsonaro cuando fue acusado por violación en París, denuncia que se cayó judicialmente por “falta de pruebas”. Estas palabras tienen además otra connotación en un contexto en el que Bolsonaro está siendo acusado de pedofilia tras unas polémicas declaraciones por las cuales debió pedir disculpas públicas.
Esas divisiones, finalmente se hicieron evidentes también en el seno del seleccionado. El técnico del equipo, Tite, dio una entrevista a O Globo y reiteró su rechazo a Bolsonaro. Le preguntaron si, en caso de ganar, le llevaría la copa al presidente, y respondió: “Yo no voy ni ganando ni perdiendo. La selección puede ir pero yo no voy, es una cuestión personal y no depende de quien gane la elección. Le dije eso cuando Michel Temer era el presidente (en Rusia 2018); no me siento cómodo porque no es mi ambiente».
Desde el bolsonarismo, han señalado a Tite como “comunista”. Y aunque Tite ha intentado no entrar en internas partidarias, sí ha demostrado compromiso político.
Por ejemplo, en 2021 él se opuso firmemente a la decisión de Bolsonaro de proponer a Brasil como sede para la Copa América que se iba a hacer en Argentina y se suspendió por la pandemia. El entrenador recordó que incluso Neymar se había opuesto. Finalmente Argentina ganó la copa en el Maracaná.
Asimismo, Tite (cuyo nombre completo es Adenor Bachi) se opuso a que la camiseta de la Selección haya quedado identificada a los sectores de derecha representados por Bolsonaro. Desde el impeachment que destituyó a Dilma Rousseff en 2015, fue utilizada como un símbolo. Pero el técnico sostuvo: “Esa no es mi batalla, yo no lo lucho esa batalla. La batalla del fútbol es de la educación, de la competencia para ser mejor, pero con límites éticos, para ser el más osado y el más creativo, de respetar nuestros orígenes. Que esa gente se quede con esa batalla, no la transfieran para mí”.
Por su parte, otra figura del equipo y compañero de ataque de Neymar, Richarlison, ratificó su oposición a Bolsonaro. Ya en la pandemia se había opuesto a sus políticas recaudando fondos para la investigación científica, y luego también había criticado la identificación de la camiseta con la derecha. “Hoy en día la camiseta está usada para el lado político, y esto nos hace perder identidad en la camiseta y en la bandera de la Selección”, sostuvo.
Y, respecto a aquella Copa América, recordó: “Yo, Neymar, Alisson, Danilo, Casemiro, Marquinhos y Thiago Silva pedimos no hacer la Copa América. El fútbol no va traer una igualdad social mayor, traerá alegría, sentido educacional, ético, competitivo, cada uno con su responsabilidad».
