Con 337 votos a favor y 32 en contra, los diputados de Francia aprobaron sumar el derecho al aborto en la Constitución nacional, para preservarlo así de una fuerte avanzada conservadora y evitar una situación como la de EEUU.
La bancada oficialista se alineó con la izquierda y cerraron filas en la Asamblea Nacional, consiguiendo la media sanción. Ahora la iniciativa marchará al Senado y luego deberá ser validada por un referéndum, con el voto de los propios franceses.
Esta decisión se tomó en vistas del avance que en otros países están teniendo las políticas restrictivas. El caso más evidente, como se señalaba, es el de los EEUU, donde la Corte Suprema, de perfil conservador, revirtió el fallo Roe vs. Wade, de 1979, que federalizaba el derecho a la interrupción del embarazo. Pero Francia también mira a Europa, y se aplicaron restricciones en Polonia y Hungría.
En Francia, el aborto fue despenalizado en 1975, con la llamada Ley Veil. Pero si el derecho es incluido en la Constitución, quedará garantizado y no podría ser suprimido por gobiernos coyunturales. Al respecto, la diputada del partido de izquierda Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot, afirmó: “Introducir el derecho a la anticoncepción y el aborto en nuestra Constitución es alejar el miedo que nos invade cuando los derechos de las mujeres son atacados en otros lugares”.
Pero la legisladora aseguró que esta medida trascenderá fronteras y dará una señal a la comunidad internacional. “Francia habla hoy al mundo», afirmó, y pidió al Gobierno de Emmanuel Macron agilizar el proceso presentando su propio proyecto. De ese modo, podría saltearse el referéndum.
Para conseguir esa abrumadora mayoría, el Gobierno contó con el LFI, partido de Jean-Luc Mélenchon, e inclusive el el sorpresivo acompañamiento de la extrema derecha, representada por Marine Le Pen, en cuyo partido hay posiciones encontradas sobre este tema. La única condición exigida fue que se dejara en claro que eso es válido antes de la semana 14 de embarazo, tal como lo definió el Parlamento hace poco (antes se podía hasta la 12).
Al respecto, el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, afirmó: “El Gobierno es favorable a la inscripción del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Ninguna democracia, incluso la más grande de todas, está a salvo de un retroceso”.
