Autoridades y testigos describieron escenas del fallecimiento de una hembra adulta junto a su cría en el mar, exactamente en el área afectada por un derrame de petróleo ocasionado por la embarcación japonesa MV Wakashio, que chocó contra un arrecife de coral el mes pasado.
Un grupo de lugareños que salieron al mar en un bote alertaron al activista medioambiental Reuben Pillay sobre la situación: una madre delfín nadaba junto a su cría a punto de morir. Pillay salió a buscarlos pero la cría había fallecido al momento en que llegó al lugar, mientras que la madre inicialmente parecía estar indemne.
«Pero en unos minutos se puso de lado, con una aleta en el agua y otra fuera, y empezó a aletear muy, muy rápido», dijo Pillay, operador de drones de profesión y activista del medio ambiente que entregó material de video a Reuters.
«Nadó en círculos frente al bote, movió su cola muy violentamente y en unos cinco minutos dejó de moverse y se hundió (…) escuchamos un llanto, pensé que era alguna mujer en el bote, pero me dijeron que no, era el delfín … Fue desgarrador», relató.
Previamente en el día, Jasvin Sok Appadu, funcionario del Ministerio de Pesca, dijo a Reuters que 38 cadáveres de delfines han sido encontrados en la playa hasta ahora.
En los próximos días se revelarán los resultados de autopsias de 25 de los delfines que han sido arrastrados por el mar hasta la orilla entre el miércoles y el jueves, añadió.
Hasta ahora, veterinarios han examinado solo dos de los delfines, que presentaban signos de lesiones pero ningún rastro de hidrocarburos en sus cuerpos, según resultados preliminares de autopsias. El examen de los dos primeros ejemplares fallecidos fue realizado por el Centro de Investigación Albion Fisheries, administrado por el Gobierno.
El jueves, Greenpeace pidió al Gobierno de Mauricio que inicie una «investigación urgente para determinar la causa de las muertes de los delfines y cualquier vínculo con el derrame de petróleo de Wakashio».
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