Luego de meses de idas y vueltas, finalmente Alemania confirmó que accederá a enviar sus tanques de guerra Leopard 2 a Ucrania para reforzar sus defensas ante la posibilidad de una “embestida final” por parte de Rusia.
En las últimas semanas, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió enérgicamente a la OTAN y a las potencias europeas el envío de más y mejor armamento para resistir, pero Berlín no terminaba de tomar la decisión hasta analizar todas las variantes, ya que esto puede ser interpretado por Rusia como una participación activa en el conflicto.
Pero este lunes Polonia confirmó el envío de tanques, la OTAN habilitó a sus miembros a hacer lo mismo y EEUU se comprometió a mandar más misiles Patriot, además de sus tanques M1 Abrams. El martes se difundió que la decisión alemana estaba tomada, y este miércoles se hizo el anuncio oficial. También se sumarían España y Noruega.
«Esta decisión sigue nuestra conocida línea de apoyar a Ucrania en la medida de nuestras posibilidades. Estamos actuando de forma estrechamente coordinada a nivel internacional», declaró el primer ministro alemán, Olaf Scholz en un comunicado, en el que especifica que serán 14 los Leopard 2 que proporcionará a Kiev en una primera etapa, además del apoyo logístico y las municiones.
En efecto, para Moscú se trata de una “provocación innecesaria” y advirtió que el suministro de armamento ofensivo moderno a Ucrania agravará la guerra, al punto de llevar el conflicto hacia una «catástrofe global».
En ese sentido, y ante la posibilidad de que EEUU envíe sus propios tanques, el embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, afirmó: “Es obvio que Washington está intentando a propósito infligirnos una derrota estratégica».
En principio, los tanques estadounidenses serían 30 y se sumarían al sistema de defensa Patriot, considerado el mejor del mundo, que ya está siendo puesto en práctica de cara a lo que se estima que pueda ser una nueva y potente ofensiva rusa. El propio Zelenski sostuvo hace algunos días que sus tropas se estaban preparando para un nuevo asalto desde el norte, a través de la frontera con Bielorrusia, mientras el combate parece haberse estancado en el terreno, tras 11 meses de batalla.
